Las selecciones de España y Argentina, equipos campeones en la última década en el baloncesto internacional, lucharán esta tarde (14:00 horas, La Sexta) por la quinta plaza del Mundial de Turquía, un premio menor para la espectativas iniciales de ambos conjuntos nacionales.
El equipo español, todavía vigente campeón del Mundo, de Europa y subcampeón olímpico, ha tenido una irregular trayectoria en el Mundial y se ve obligado a intentar salvar los muebles con una quinta plaza que no entraba en sus planes como mejor objetivo posible.
Un triple del serbio Teodosic, desde casi diez metros y a tres segundos de un igualado partido en cuartos de final, fue el ejecutor de esta situación, pero la falta de chispa en el equipo ya anticipó que el resultado final podía ser distinto del esperado.
«Hemos jugado con una pesada mochila de presión», declaró el seleccionador de los españoles, Sergio Scariolo, quizá producto de la voracidad ganadora del equipo en los últimos cuatro años. Tras el tremendo varapalo que supuso la eliminación en cuartos de final, el equipo supo sufrir y asimilar la nueva situación y ante Eslovenia, en el cruce de semifinales por los puestos cinco al ocho, jugó algunos de sus mejores minutos en Turquía, sobre todo en el último cuarto. «No es el final de un ciclo», dijo José Luis Sáez, presidente de la FEB, nada más concluir el partido de cuartos.
El caso de Argentina es bastante similar. Campeones olímpicos en Atenas 2004, es el equipo con la media de edad más alta del campeonato y con apenas cuatro jugadores por debajo de la treintena de años.
Una generación de jugadores que ha dado a la albiceleste muchos triunfos está a punto de extinguirse y está fue, quizás, la última oportunidad de conseguir un gran logro y cerrar un ciclo de éxitos. La gran victoria ante Brasil, en octavos de final, tuvo un efecto laxante en el equipo. «Tenemos que dejar de festejar la victoria ante Brasil», advirtió el seleccionador Sergio Hernández.
Pero esto y la gran dependencia de Luis Scola, el máximo anotador del Mundial, hizo al equipo vulnerable en cuanto el pívot de los Houston Rockets no tuvo una gran actuación.
Gran rival
Argentina se concentró en no dejarse llevar por la decepción y ante Rusia, en las semifinales para acceder a la lucha por el quinto puesto, demostró que sigue siendo un gran equipo que podía haber aspirado a cotas más altas.
«Ahora nuestra final es intentar ganar a España y conseguir la quinta plaza del Mundial. Ese quinto puesto es lo mejor del mundo para nosotros en este momento», afirmó Luis Scola nada más acabar el partido contra la selección rusa.