El Regal FC Barcelona consiguió completar los deberes con su segunda victoria sobre Unicaja (71-58) y viajar a Málaga con un 0-2 que deja encarrilada la semifinal, que solo volverá a Barcelona si los andaluces consiguen hacer del Martín Carpena un fortín similar al Palau Blaugrana, invicto en esta competición.
Los blaugrana salvaron los muebles en los cuartos pares, ya que con los 28 puntos del segundo cuarto se quitó el mal sabor de boca que dejó el primero y, en el último, se rehizo de un tercer periodo malo en defensa. Eso sí, si el jueves, en la puesta de largo de esta semifinal, fue Unicaja quien cogió primero las riendas, hoy el Barça se puso con un 9-0 inicial gracias a tres triples consecutivos.
Sin embargo, el periodo acabó con un 12-13 para los andaluces, que estuvieron fuertes en defensa y pacientes en ataque. Un marcador corto y un juego diferente al del jueves. Los cajistas no consiguieron anotar hasta que se habían disputado casi cuatro minutos de juego, con un 2+1 de un recuperado Archibald. Blanco, que viajó desde Málaga tras recuperarse, puso con su triple la primera ventaja visitante.
Pascual, que temió por otra primera parte en la que los suyos no encontraran su habitual juego, puso a Basile y Grimau en pista para fortalecer la defensa y, junto a los norteamericanos Mickeal y Morris, correr al contraataque. Funcionó, y un parcial de 7-0 basado en la velocidad y la inspiración del capitán enseñaron el camino al 2-0 en la eliminatoria.
Tras unos minutos de incierto en ambos lados, el Barça despegó de nuevo. Pascual hizo valer la amplitud de banquillo y Vázquez, recuperando su mejor nivel, hizo daño en la pintura. Fuera de ella, Navarro y Mickeal volvieron a estar finos desde los 6,25 metros y llegaron las primeras grandes diferencias (+19) hasta poner el 40-23 al descanso. En el banco malagueño, Aíto no entendía qué les había pasado a sus hombres en pista.
INTERCAMBIO DE PAPELES MOMENTANEO
En la reanudación, un parcial de 0-8 inesperado en los culés propició que Unicaja se acercara en un momento al marcador y creyera de nuevo en la posibilidad de irse a Málaga con la serie empatada. De los 17 puntos de diferencia al descanso se pasó, en distintos lances, a los 6 puntos negativos para Unicaja.
Recortando jugada a jugada, los de Aíto hicieron de Barcelona y vieron la luz en casi todas las acciones. Navarro y Vázquez salieron al rescate de los suyos. Tardó, eso sí, en reaccionar el Barcelona. Con 52-46 en el electrónico, el Barça subió el ritmo y apretó los dientes hasta conseguir llegar al último cuarto con la barrera psicológica en pie (56-46) pese a la derrota parcial (16-23).
Pero, en un partido de grandes parciales como fue éste, el Barcelona se sirvió de uno para enterrar, de una vez por todas, las esperanzas blanquiverdes. Así, un 11-5 para los blaugrana puso muy difíciles las cosas para Unicaja que, sin dejar de intentarlo como ya pasó el jueves, no pudo cambiar el signo del partido. La nueva compañía aérea 'Morris Airways', en la que N'dong quiso ser accionista mayoritario, pusieron el toque de espectáculo al duelo.