El futuro del Bàsquet Mallorca puede dar un giro radical. Los de Xavi Sastre reciben al Palencia (21 horas, Palau d'Esports) en un partido que servirá para rendir homenaje a los clubes de la isla, y en el que la victoria puede dejar virtualmente resuelta la salvación del conjunto naranja. Con diez triunfos en su haber, si los de es Raiguer consiguen vencer y superar el average directo -en la ida vencieron los castellanos por 73-59-, habrán distanciado en cinco victorias a un Palencia instalado en la penúltima posición (6-13). Un tropiezo del Tarragona en Lugo, unido a un resultado positivo del Mallorca, allanaría el camino a los de Sastre que, salvo cataclismo, empezarían a mirar con todas las de la ley hacia los playoffs. Las victorias ante Vigo y Ourense han otorgado un amplio colchón que quiere ampliar un Mallorca que topa con un recién ascendido que ha formado una plantilla con sobrada experiencia en la LEB Oro, pero que no acaba de arrancar.
Viejos conocidos de la afición balear, como Salva Camps, Camilo Riveiro o Antonio Bustamante son algunos de los argumentos de un Palencia que ha encontrado en clásicos como Oliver Arteaga o Iñaki Narros complementos ideales para la apuesta foránea. Gimel Lewis, Howard Brown y Michael Dickerson son las principales amenazas del conjunto morado, que no puede permitirse más descuidos si no quiere descolgarse del tren de la permanencia, y que aterriza tras haber tumbado al León (83-77).
«Es un partido complicado ya que Palencia es un equipo muy competitivo y tienen jugadores que conocen bien la categoría», comentaba Xavi Sastre en las horas previas al envite, destacando de su rival «su juego colectivo. No dependen de un solo jugador, forman un bloque capaz de plantarle cara a equipos como el CAI, y el fichaje de Dickerson les ha aportado más estabilidad, aunque insisto en que basan su juego en su acierto colectivo», apostilló el preparador, que podrá contar con los recuperados Northern y Bonds, que han superado la faringitis que ha mermado sus prestaciones a lo largo de la semana. La ausencia del gran capitán, Alberto Alzamora, es casi segura, como consecuencia de las molestias que arrastra en su rodilla derecha, y después de someterse a una resonancia magnética en la jornada de ayer.
La cita de esta noche servirá para que el Bàsquet Mallorca rinda homenaje a los clubes de la Isla. Un total de 33 han respondido a la invitación, aportando cerca de 1.200 jugadores que darán más colorido a las gradas del Palau, en las que se espera la mejor entrada de la temporada.