El Atlético Baleares tiene el tiro dado, sólo es cuestión de tiempo que se desangre. Este domingo (12:00/FEF TV) es el primer día en el que puede certificarse su descenso si no es capaz de obtener un resultado positivo de su visita al Ceuta. La victoria del Atlético Sanluqueño ante el Recreativo de Huelva eleva el listón de los puestos de permanencia hasta los 38 puntos y los de Jaume Mut necesitan al menos uno para no consumar la pérdida de categoría con cinco jornadas aún por disputarse.
El ATB ya tiene asumido el descenso, pero está obligado a apelar al orgullo para aplazar el previsible desenlace del campeonato. No le queda otra a los balearicos que apurar sus opciones matemáticas por el sentido del deber de un escudo que el propio Mut ya se encargó de decir que nadie iba a arrastrar.
Hasta ocho bajas comprometen aún más los planes de Jaume Mut de cara al trascendental encuentro en el Alfonso Murube de Ceuta. El técnico mallorquín no pudo incluir en la expedición que viajó ayer a tierras norteafricanas a Félix Ofoli, David Forniés, Alberto Villapalos, Armando Shashoua, Toni Ramón, Pablo Muñoz, Roberto Alarcón y David Rodríguez y entraron en su convocatoria los jóvenes Fede, Piera, Ortega, George y Marco Alarcón.
Las urgencias del Atlético Baleares de hacerse con los tres puntos para aplazar el descenso confluyen con la necesidad del Ceuta de amarrar el triunfo en casa para elevar sus opciones de disputar las eliminatorias de ascenso. Además, la zozobra de los blanquiazules en el tramo más reciente de la competición contrasta con la trayectoria al alza que han trazado los de José Juan Romero, que han acumulado seis triunfo y un empate en La Rosaleda ante el Málaga en sus siete últimos encuentros.
Tampoco invita al optimismo de los balearicos la fortaleza como local del Ceuta, que no pierde en casa desde el pasado 3 de diciembre y sólo ha sufrido un total de dos derrotas en casa. Además de las dificultades para ver portería, el Atlético Baleares también tiene que hacerse fuerte atrás, en especial, para contener a uno de los máximos realizadores de la competición como Rodri Ríos en un partido en el que no tiene red.