Una semana más el Atlético Baleares ocupa la última plaza de su grupo de 1ª RFEF y la amenaza del descenso se cierne sobre una entidad en ruinas, a pesar de que aún queden 30 jornadas para finalizar el campeonato. Es difícil que ante una crisis de estas dimensiones exista un solo culpable, lo cual a su vez es más preocupante porque la solución será más complicada.
DUEÑO
Ingo Volckmann
El empresario alemán compró el club en 2014. En estos casi diez años ha realizado un importante desembolso económico que él cifró este pasado verano en más de 25 millones, buena parte de ellos gastados en adecentar el Estadi Balear. Desde el primer momento, su objetivo fue llevar al equipo a la Segunda División y estuvo a punto de conseguirlo en un par de temporadas. Sin embargo, en la campaña pasada el equipo se salvó del descenso en la última jornada y en éste lleva sólo un punto de los 24 posibles. Volckmann, que no concede entrevistas y sus opiniones son vertidas únicamente a través de las redes sociales o en alguna entrevista en los medios oficiales del club, ha confiado siempre en el apartado deportivo en Patrick Messow, alemán como él, y sin curriculum conocido en el mundo del fútbol. Desde 2020, le asesora en cuanto a los fichajes Jordi Roger, que llegó como entrenador, pero que tras su destitución primera se quedó como secretario técnico.
EQUIPO TÉCNICO
Messow y Roger
El controvertido tándem ha hecho y deshecho la plantilla convenciendo siempre, hasta la fecha, a Ingo Volckmann, quien recientemente dejó entrever que podría haber unos cambios en esta parcela, en principio a finales de esta temporada. Messow y Roger han sido los responsables de la pérdida de calidad y prestaciones de una plantilla, que en esta campaña está alcanzando niveles de desidia impropios de futbolistas profesionales. Messow y Roger no están acertando tampoco con la elección del entrenador. En la pasada campaña, hasta cuatro técnicos, entre ellos el propio Roger, que inició la temporada, se sentaron en el banquillo y en las ocho jornadas de la 2023/24 ya llevan dos tras la destitución de Tato por Juanma Barrero en la jornada número 5 tras un empate y cuatro derrotas. El estado de nerviosismo es evidente en la planta noble del club como quedó demostrado el pasado sábado con los silbidos y los gritos de «dimisión» que sufrieron Messow y Roger.
TÉCNICO
Juanma Barrero
El técnico extremeño fue fichado hace tres jornadas para levantar al equipo, pero la realidad es que con él en el banquillo el ATB ha sumado otras tres derrotas, siete goles en contra y ninguno a favor. De estos 270 minutos, los únicos salvables fueron la primera parte ante el Murcia, pero después el equipo se desfondó y fue incapaz de reaccionar, según Barrero por una cuestión física. Esos ‘brotes' verdes' quedaron totalmente marchitos el sábado con el desastre perpetrado frente al Atlético de Madrid B. Su discurso no ha calado en los jugadores y es la viva imagen de la impotencia.
PLANTILLA
Lesiones
La plantilla está sufriendo una plaga de bajas, algunas de larga duración, que han impedido que el equipo pueda ofrecer su mejor versión. Eso puede ser una excusa de más o menos peso ante la paupérrima temporada que están realizando los jugadores. La parte central de la defensa ha sido la línea más castigada y jugadores como Villapalos o Raúl González, que ante el filial del Atlético no hizo precisamente su mejor encuentro, han cometido errores garrafales. Con 18 goles en contra y sólo tres a favor, sería injusto cargar sólo contra una línea. Es cierto que el equipo podría llevar algún gol más a favor, pero también lo es que los 18 goles en contra podrían ser bastante más. Paradójicamente, el portero Jero Lario ha sido uno de los pocos jugadores que están rindiendo a buen nivel. También ha habido apariciones de calidad de Shashoua y Javi Moreno y el poco acierto rematador ha sido obra de David Rodríguez, que lleva dos goles.
JUGADORES
Rendimiento
Lo más preocupante de la última derrota del ATB fue la forma en la que se produjo, con una falta de intensidad de los jugadores impropia de jugadores profesionales que en octubre están más cerca de 2ª RFEF que de otra cosa. Barrero lo dejó bien claro en la rueda de prensa posterior al choque, pero en el caso de que el entrenador les echara la bronca en el descanso, ésta no se notó, lo cual es aún más preocupante. Hasta ahora, las protestas de los aficionados han ido dirigidas al palco, y no sin razón, pero no hay que olvidar la alta cuota de responsabilidad que tienen los jugadores en la situación actual.
AFICIÓN
Protestas
Los aficionados que acuden al Estadi Balear han demostrado una pasividad un tanto sorprendente dada la trayectoria del equipo durante la temporada anterior y ésta. Sólo el pasado sábado se oyeron gritos, y únicamente contra la Messow y Roger. La propiedad y quienes les rodean debe ser conscientes que el dinero invertido y las evidentes mejoras en el Estadi Balear no son un salvoconducto intemporal para que el aficionado no pueda expresar su descontento. Pero no sólo contra el palco, sino también contra los jugadores.