No fue el mejor estreno del Atlético Baleares en su enésimo intento de cambiar de categoría. Los primeros 50 segundos del encuentro contra el filial de Osasuna hicieron presagiar a más de uno que el partido iba a ser una pesadilla. Ante un rival que mostró las ganas de un equipo que debutaba en la Primera Federación, el conjunto de Jordi Roger se podría haber mostrado un poco más ambicioso, pero se mantuvo fiel a su idea de tres centrales, y eso que las principales ocasiones de los de Tajonar fueron de cabeza o tras saques de esquina.
Las bajas del Atlético Baleares se notaron más de lo deseado. A pesar de ello, el conjunto blanquiazul fue mejorando sus prestaciones paulatinamente e incluso pudo llevarse los tres puntos, aunque ello hubiese resultado quizás no injusto, porque en fútbol lo que cuentan son los goles, pero sí exagerado.
Para próximos compromisos es de desear que Roger dé con la tecla para confeccionar un once en el que sea más fácil sumar de tres en tres y no de uno en uno, como fue tan común en la temporada pasada, donde fue el segundo equipo con más empates y el que menos victorias consiguió de entre los diez primeros clasificados. El próximo domingo, contra el Irún, habría que empezar a cambiar esta dinámica.