La terapéutica victoria ante el Alcoyano ha rearmado al Atlético Baleares antes de encarar dos etapas decisivas en su carrera por el ascenso. Los blanquiazules, con más individualidades y oficio que juego, llenaron sus alforjas antes de ver como se empina su calendario inmediato. Marzo dibuja un particular Tourmalet para la escuadra de Eloy Jiménez, que se las verá con el Albacete y el Andorra en sus dos próximos compromisos clave para definir su verdadero objetivo en la liga. El partido del domingo ante el Alcoyano era capital para romper la dinámica negativa y abrir la nueva etapa del técnico manchego sin la pesada mochila de cuatro jornadas sin conocer la victoria y fuera de las posiciones de playoff.
Instalar una nueva hoja de ruta a partir del triunfo amplía el margen de tranquilidad para recuperar al grupo y efectivos en vistas al tramo decisivo de la competición. Los balearicos empezaban el domingo fuera de las cinco primeras posiciones por primera vez en la temporada y los tres puntos les volvieron a colocar en disposición de pelear por el liderato.
Propuesta
Apenas cuatro sesiones no permiten evaluar el efecto del cambio en el banquillo, aunque las nuevas coordenadas de Eloy Jiménez si trazaron un esbozo de lo que persigue. El preparador advirtió en la víspera que quería un ATB «más dominador y que arriesgue más», pero lo cierto es que dichas características, al margen de la efervescencia en el arranque del duelo, sólo se apreciaron en la segunda mitad con el marcador en contra. Sí se pudo observar su carácter desde la banda y el que transmitió y mostró el equipo para voltear el marcador ante un duro rival.
Las individualidades sacaron a los blanquiazules del lío y, ya con ventaja en el marcador, sí se observó su mano para cerrar el partido. Los retoques en el dibujo y los cambios para blindar la portería surtieron su efecto. Sólo valía ganar y se ganó y a partir de ahí es cuando tendrá que implantar su sello. Equilibrar el equipo y elevar la seguridad atrás son las premisas futbolísticas para que salga a relucir la calidad arriba. Este trabajo en la pizarra confluye con la necesidad de dar con la tecla para reactivar la confianza de los suyos y que esto se traduzca en atrevimiento a la hora de gestionar la posesión y exprimir el talento ofensivo. El ATB es cuarto a cuatro puntos del líder, el Andorra, y a tres del Albacete y el Villarreal B con un partido más que todos ellos. De ahí que el partido de este domingo (12:00) en el Carlos Belmonte y el siguiente en el Estadi Balear frente a los de Éder Sarabia sean clave. Eso sí, la distancia puede alterarse hoy en el Madrid Castilla-Albacete y mañana con el Costa Brava-Villarreal B.
Dificultades
La visita al Albacete se erige en un desafío enorme teniendo en cuenta que los manchegos son el mejor local de la categoría y sólo el Sevilla Atlético ha salido airoso de su campo. El partido de la primera vuelta se saldó con un contundente 4-1 y también puede ejercer de acicate a los manchegos para tomarse la revancha. No hay más objetivos que el domingo, pero en todas las cábalas en la puja por el liderato también entra el siguiente compromiso ante el Andorra. Y es que el balance de los próximos seis puntos será determinante para aclarar el rumbo.