Con el recuerdo de la histórica goleada ante el Getafe (5-0) en el último partido de 2021 alimentando sus esperanzas, el Atlético Baleares descorcha el nuevo año dispuesto a seguir disfrutando de la Copa. Los blanquiazules reciben este miércoles al Celta con la ilusión de regalarse otra ronda en plena noche de Reyes y vivir una noche mágica que le adentre por primera vez en su hisoria en los octavos de final del torneo del KO.
La visita de otro equipo de Primera alumbra otro partido grande en el Estadi Balear, que esta vez tendrá limitado su aforo al 75% después de revisarse la normativa del protocolo al dispararse la incidencia de coronavirus. Pese a las dificultades por la coincidencia en muchos casos con la cabalgata, la fiel parroquia balearica ha respondido a la llamada y se espera que se superen con creces los 3.000 espectadores en las gradas.
Dos positivos
El jugador número doce jugará su papel en un partido en el que Xavi Calm no puede contar con los lesionados Alfonso e Iñaki Olaortua y otros casos positivos por COVID-19 cuya identidad el club no ha querido desvelar amparándose en la privacidad de los jugadores. La referencia del partido ante el Getafe servirá de poco ante un rival de características muy diferentes en cuanto a propuesta futbolística. Los balearicos tratarán de imponer su personalidad con presión alta y mucha intensidad desde el pitido inicial, pero sin perder de vista que el Celta basa su estilo en la posesión y un juego de toque que difiere del fútbol directo del Getafe.
Sin duda el potencial ofensivo de los gallegos se erige en una gran amenaza para el Atlètic, que tendrá que rozar la excelencia en labores defensivas para tener sus opciones. El mensaje que más resuena en la caseta de los balearicos es que a un partido puede pasar de todo y con este mantra los isleños se aferran a la esperanza de firmar un partido redondo que les impulse. Tras un inicio de liga irregular, el Celta infunde respeto en el tramo más reciente de la competición. La victoria conseguida ante el Betis en el Benito Villamarín acredita la trayectoria ascendente que están trazando los pupilos de Coudet, que cuenta con múltiples recursos de nivel, sobre todo, en la parcela ofensiva.
El preparador argentino ocultó sus cartas en la víspera y no desveló una lista de convocados en la que la gran incógnita es la presencia de Iago Aspas, líder indiscutible de los vigueses. Todo apunta a que Coudet lo reservará, aunque para el encuentro ha recibido la buena noticia de las altas de Hugo Mallo, Murillo, Renato Tapia y Thiago Galhardo. El Celta también ocultó sus positivos, por lo que sólo la convocatoria disipará las dudas.