Tras disfrutar de su vuelta al liderato, el Atlético Baleares quiere prolongar su estancia en el ático de la clasificación. Los blanquiazules reciben este domingo (12:00) al Pontevedra con el objetivo de seguir haciéndose fuertes tanto en la cima como en el Estadi Balear, donde sacan a relucir su mejor versión y acumulan los mejores registros del panorama nacional con once victorias y un empate en doce partidos.
Después de sorprender la pasada jornada con dos cambios en defensa, Mandiola se ve obligado a retocar su once en una posición sensible como la portería, ya que Manu Herrera causa baja por culpa de una fisura en el dedo. Xavi Ginard, que jugó su último partido en la eliminatoria de Copa del Rey ante el Unionistas de Salamanca, asume el relevo bajo palos para intentar dar continuidad a una racha de dos partidos con la portería a cero. El portero del juvenil, Tomeu, se sentará en el banquillo.
En esta ocasión todo apunta a que el técnico vasco también introducirá una variación en la línea de retaguardia, aunque será para devolver al once a José Peris en el lateral izquierdo en sustitución de Jon Aurtenetxe. La aportación ofensiva del defensa valenciano gana protagonismo en los partidos de casa, aunque el rendimiento ofrecido por la defensa ante el San Sebastián de los Reyes invita a la titularidad de San Emeterio, Óscar Gil y Pedro Orfila.
Otra de las incógnitas que despejará Manix Mandiola a última hora será la participación de Alberto Villapalos, que arrastra un golpe en el pie que le ha mantenido en jaque durante la semana. Marc Rovirola es el recambio natural para la sala de máquinas en la que compartirá funciones con Jordan Holsgrove, mientras que el resto del ataque será el mismo que salió airoso de la Matapiñonera con Alberto Gil en la banda izquierda en lugar del lesionado Jorge Ortiz.
El ATB, que se impuso 0-1 en el partido de la primera vuelta, afrontará una prueba de fuego ante un rival con una idea de juego muy similar a la suya. No en vano Carlos Pouso plantea los encuentros con un patrón parecido al de su buen amigo Manix Mandiola. La seguridad defensiva y el juego directo son las premisas que ambos técnicos trazan en su pizarra, por lo que se vislumbra un enfrentamiento cargado de intensidad con muchos duelos y segundas jugadas.
El buen momento de los balearicos, que han ganado cuatro de los últimos cinco encuentros y se reencontraron con el triunfo a domicilio ante el Sanse para recuperar el liderato, contrasta con los problemas que acumula el Pontevedra, que no conoce la victoria desde el pasado 14 de diciembre y enlaza seis jornadas sin llevarse los tres puntos aunque llega a Ciutat tras empatar ante la UD Ibiza. La escuadra granate experimentó un notable repunte con la llegada de Pouso al banquillo que se ha ido esfumando hasta quedarse sin mucho margen de error para seguir en la pelea por alcanzar las plazas quen dan acceso a disputar el playoff.
En cualquier caso, el rival del ATB se ha reforzado en el mercado de invierno con el máximo goleador del propio grupo primero, Rufo, que firmó 12 dianas durante la primera vuelta con el Internacional de Madrid y se estrenó en su debut con los gallegos. Además, logró retener a Álvaro Bustos, que tenía ofertas de Polonia y es uno de sus jugadores más desequlibrantes.
Uno de los principales problemas que ha sufrido el Pontevedra, que no puede contar ni con Berrocal ni con su refuerzo invernal Adrián Cruz, es la defensa. Los hombres de Carlos Pouso son el quinto equipo que más goles encaja, aunque se han caracterizado por ser un visitante muy incómodo puesto que casi han sumado los mismos puntos en casa que fuera.