El Atlético Baleares ha decidido rebautizar al campo que está reformando con la nomenclatura en castellano y en su fachada principal puede leerse el nombre de Estadio Balear, como siempre ha sido desde su fundación. Esta decisión ha motivado un agrio enfrentamiento sobre todo en las redes sociales entre los partidarios de mantener el nombre del estadio en castellano y los que creen que se debería haber rotulado ya en catalán. Además, por la noche el letrero está iluminado dándole un nuevo realce y si cabe más importancia.
El club, ante la vorágine que estaba tomando entre partidarios del castellano y el catalán publicó estas últimas horas un comunicado en el que explicaba que tomó la decisión de rotular en castellano con el fin de mantener el nombre de nacimiento. De esta forma el posicionamiento del club ante algunas críticas aparecidas en redes sociales, manifiesta que la propiedad ha apostado «por mantener el nombre original del campo, Estadio Balear, tal y como se inauguró en mayo de 1960 y se mantuvo hasta su clausura en 2013, sin que nadie jamás lo cambiara», apunta el club.
Por ese motivo, «por el simple hecho de mantener el nombre inicial» -prosigué el comunicado- «el presidente ha decidido que se llame Estadio Balear, tal y como reflejan algunas fotografías antiguas realizadas décadas atrás, cuando seguía llamándose Estadio Balear, además de añadirse Camp municipal».
Durante este fin de semana la actualidad deportiva ha eclipsado este asunto lingüístico, pero ni la victoria en Madrid ante el Sanse, ha calmado los ánimos. La decisión, sin embargo, está tomada y el presidente Ingo Volckmann quiere recordar que lo verdaderamente importante es que el equipo ha regresado a su recinto deportivo. «Hemos vuelto a casa y el objetivo es poder acabar el Estadio lo antes posible, porque mantenemos la ilusión intacta de tenerlo terminado para disputar los playoffs una vez que tengamos las autorizaciones pertinentes».
De esta forma y según manifiesta el propietario, «el club fomenta, respeta y emplea las dos lenguas oficiales a la hora de comunicarse, tanto la lengua propia, como la del Estado (combinándolas en diferentes mensajes) y asimismo, en su apuesta por la expansión de la marca ATB, puntualmente en inglés y alemán como hacen muchísimos equipos de cualquier deporte», añade el máximo accionista del club.
El club no ha realizado una inauguración oficial, más allá de un breve y emotivo discurso del presidente en el mes de agosto de 2019 en la primera jornada de liga ante Las Palmas Atlético porque tiene previsto ejecutar una serie de actuaciones cuando el campo esté terminado al 100%. Cuando esté todo el anillo, las oficinas, la sala de prensa y todas las dependencias estén ya operativas, será el momento de realizar junto a la Federació de Penyes, un calendario de visitas escolares y de colectivos sociales que deseen conocer el Estadio Balear, así como llevar a cabo invitaciones a los aficionados y peñistas para que lo visiten. Además, el club tiene intención de organizar una verdadera fiesta de inauguración, disputando un partido contra una selección de «Leyendas del ATB» en coordinación con nuestros veteranos, según amplió el club en su escrito que publicó.
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