El momento cumbre de la pretemporada para el Atlético Baleares llegará este sábado con su puesta de largo oficial ante su hinchada. Será en Son Malferit, en plena cuenta atrás para el esperado retorno al Estadi Balear y con motivo de uno de los grandes clásicos del calendario futbolístico estival isleño.
El 51º Trofeu Nicolás Brondo comparece con un rival ya conocido para Manix Mandiola y sus hombres, un Poblense que volverá a verse las caras con los blanquiazules en el plato fuerte del programa, a partir de las 17:30 horas.
Pero la afición está convocada media hora antes para el acto de presentación del equipo. Una tradición que contará con los habituales discursos (previstos a las 17:15 horas) del presidente de la entidad, Ingo Volckmann, junto al técnico, Manix Mandiola, y el capitán del primer equipo, Guillem Vallori. El momento para plantear objetivos y exhibir la ambición de un Atlètic Baleares que, tras rozar en dos ocasiones el ascenso a Segunda A, buscará de nuevo alcanzar su meta en un nuevo grupo dentro de la categoría de bronce.
El gran apoyo social que está recibiendo el nuevo proyecto del ATB, con el retorno al Estadi Balear como gran aliciente más allá de lo deportivo, está siendo una de las notas más destacadas de la pretemporada, que alcanza su punto álgido con el Trofeo Brondo, que puede suponer la despedida a Son Malferit como centro de operaciones. «Jugamos en casa, tal vez sea el último partido en Son Malferit y queremos despedirlo con una victoria en el Brondo. Estamos capacitados para dar una buena imagen», aseguraba ayer Rovirola, uno de los puntales del vestuario.