El regreso al Estadi Balear se complica. Según ha podido saber esta redacción, problemas estructurales ralentizan la remodelación del viejo campo del Atlètic y a día de hoy se hace muy difícil asegurar que el primer equipo podrá empezar la próxima temporada en el recinto de la Vía de Cintura.
El problema radica en la débil estructura de las tribunas y la necesidad de demoler las zonas de forma prácticamente artesanal sin poder echar mano de la maquinaria pesada porque esto supondría poner en peligro las zonas del campo que no se desea demoler.
Otro motivo que ralentiza las obras es que el suelo que rodea al estadio se hunde y esto impide a los camiones poder acceder y salir del recinto con normalidad. Esta circunstancia obliga reasfaltar la zona para que los vehículos puedan entrar y salir del campo. En este escenario nadie puede asegurar con firmeza si el primer equipo jugará el primer partido de la próxima temporada en el nuevo Estadi o no. Hasta dentro de un mes no se podrá conocer con mayor exactitud qué plan seguir de cara a la próxima campaña. Si las obras avanzan, habrá posibilidades de ‘mudarse' y si los impedimentos persisten, entonces se tomará la decisión de seguir en Son Malferit.
Dificultades
El proyecto de remodelación se basa fundamentalmente en demoler parte de las gradas de ambos fondos y de la general y reformar la tribuna cubierta sin tocar el techo que cubre parte de esa zona y que protege del sol y de la lluvia.
Si la idea inicial hubiera sido derrumbar todo el campo de golpe el problema habría sido menor y en un periodo de poco más de un mes, el solar estaría limpio. Sin embargo, el proyecto es ir demoliendo el campo y dejar muchas de las zonas en pie y reforzarlas y para conseguir este objetivo es necesario ir casi metro a metro y con sumo cuidado para no tocar la estructura que se quiere mantener.
Por otra parte el club va solicitando las licencias a medida que va cubriendo parte del proyecto y en este sentido no debe haber mayores problemas.
El Atlètic se ha fijado como una de sus prioridades poder volver al Estadi Balear esta próxima temporada y hacerlo en Segunda División B. La comodidad en todos los sentidos es infinitamente superior a la solución provisional actual de jugar en Son Malferit, pero esta alternativa no es descartable que tenga que mantenerse por más tiempo si los problemas siguen como parece. Al menos la categoría se ha podido mantener y además se ha renovado a Manix Mandiola. Dos buenas noticias para ahogar los malos tragos que da la remodelación del campo.