Atlético Baleares: Carl, Malik, Vallori, Manu, Biel (Álvaro), Sergio Sánchez, Marcel (Uche), Kike (Migue Marín), Gerard Oliva, Fullana, Julio Delgado.
UE Cornellà: Craviotto, Pere, Merchan, González, Maureta, Fall (Marc Caballé), Reche, Josep Caballé (Lahrach min.70), Gallego, Gordillo (Gómez min.88), Fito Miranda.
Goles: 1-0 Marcel Simon min.20, 1-1 Gallego min.88, 1-2 Gallego min.89.
Enric Gallego es puro oro. El pichichi del grupo ha derrotado él solito al Atlético Baleares después de remontar un partido que se había puesto de cara para el ATB, que se había adelantado en la primera mitad con un tanto de Marcel.
Hoy era el día o eso pensó el ATB. A pesar de las ganas con la que salió el Cornellà, que avisó en el minuto 6, los locales rápidamente se hicieron con el control del partido. Un equipo serio, bien plantado atrás y que salía con velocidad cuando recuperaba el balón.
Así en el 13 Gerard Oliva casi abrió el marcador pero Craviotto estuvo atento y deshizo la ocasión de los blanquiazules. Poco después Enric, que a la postre sería el héroe visitante, no estuvo muy afortunado en su disparo cruzado ante Carl, de nuevo titular ante la sorpresa generalizada después del buen partido que tuvo Aulestia en Alcoy.
En el 20 Marcel, con la colaboración del meta visitante, adelantó al Atlético Baleares. El alemán disparó desde el lateral del área y el balón se coló en la portería del Cornellà. Con fortuna, pero en la situación que está el ATB parecía el mejor gol del año. Respiraban los locales.
Tras el gol Horacio Melgarejo mandó dormir el partido y sus jugadores lo hicieron. El encuentro avanzaba entre baja intensidad e imprecisiones de los dos conjuntos, algo que ya iba bien para los mallorquines.
El segundo acto el guion cambió. El ATB salió a matar el partido y Julio Delgado tuvo dos ocasiones para hacerlo. En el 53 y diez minutos después tuvo el segundo tanto el extremo gallego, muy activo hoy por su banda.
El Cornellà no creaba peligro pero la sola presencia de Enric Gallego era motivo para estar en continua alerta. En el 79 vio portería pero su gol fue anulado por mano previa. Era el preludio de lo que iba a ocurrir poco después.
En el 87 y cuando ya se divisaba la primera victoria del curso en Son Malferit, apareció el '9' del Cornellà. Se aprovechó de un barullo en el área para poner el empate a uno. Jarro de agua fría para un equipo que tocaba con la punta de los dedos los primeros tres puntos. Pero visto lo que pasó después hasta el empate hubiera sido bueno. Porque Enric tenía preparada la traca final, que llegó en el descuento. El espigado delantero catalán anotó su 18º gol al culminar una contra. Delantero con letras mayúsculas.