Armando de la Morena se siente fuerte. Como un gato y sus siete vidas, el técnico madrileño salió ileso de un nuevo encuentro para olvidar ante el Ontinyent y pasado unos días apuesta por seguir en el banquillo blanquiazul pase lo que pase el domingo ante el Llagostera. «No tengo claro que me vaya a ir si no ganamos el domingo», ha declarado este viernes.
El preparador blanquiazul ha explicado cómo ha vivido una semana atípica tras poco menos que despedirse de todos el domingo tras el empate en Ontinyent. «He vivido la semana con normalidad. El otro día me despedí porque era una posibilidad. Al fin y al cabo hemos compartido unos meses juntos y en la vida hay que ser agradecidos. Si ganamos el domingo quizá me tendréis que aguantar cinco años más», ha bromeado.
De la Morena también ha explicado el porqué de su continuidad cuando parecía que estaba más fuera que dentro. «Tenemos una vida extra porque la dirección deportiva y los jugadores han querido que sea así. Quieren que continuemos juntos. A mí como entrenador me llena de orgullo que el grupo quiera que siga. Ellos saben que el trabajo están ahí», ha explicado.
Sobre la polémica foto en el Wanda Metropolitano, el madrileño ha insistido, como ya hiciera Patrick Messow este jueves, en que el motivo de la presencia en el feudo del Atlético de Madrid era por trabajo. «Era una reunión programa desde hace tiempo. Después nos invitaron al partido y nos regalaron una bufanda. Contentos de poder haber disfrutado del partido», ha dicho.