Armando de la Morena Díaz-Jorge (Madrid, 1977) es el nuevo jefe del vestuario del Atlètic Balears. Tras desarrollar toda su carrera en las entrañas del Atlético de Madrid se enfrentará, a partir del próximo 17 de julio, a la mayor aventura deportiva de su vida. Entiende que su fichaje haya levantado una cierta polvareda, pero asegura que está capacitado para devolver al conjunto blanquiazul a la primera línea. Solo pide tiempo y espacio para trabajar.
—¿Qué tal su primera toma de contacto con el Atlètic?
—Muy bien, muy contento por la acogida. Y muy ilusionado con lo que se avecina, sobre todo. En ciertas cosas me he llevado una grata sorpresa, porque dentro de la humildad que tiene el club se hacen cosas que denotan que hay un interés claro por crecer y ser cada día un poco más grandes.
—¿Entiende que el anuncio de su fichaje, sobre todo por desconocimiento, generase decepción?
—Es lógico. Tras 17 años en el fútbol base de uno de los mejores clubes del mundo, la gente del fútbol me conoce, pero me conoce más como un especialista en categorías inferiores. Es normal que de cara al aficionado común la gente se preguntara quién soy. Pero bueno, lo que tengo que hacer es trabajar con humildad, sacrificio y muchas ganas para demostrar que la apuesta del club es arriesgada, pero a su vez, un acierto.
—¿Y qué ha visto en el proyecto del ATB para dejar tanto tiempo después un club como el Atlético?
—Sobre todo las ganas de crecer. En el ATB son ambiciosos y quieren lograr cosas importantes. Ese es también mi objetivo. Tras ganarlo todo en el Atlético, muchos retos ya los había conseguido.
—Si las cosas no empiezan bien lo primero que se le reprochará será precisamente su inexperiencia...
—Sí, pero en el Atlético también he sentido presión, aunque fuera a otra escala. Esto es fútbol. Lo que prometemos es trabajo, sacrificio e ilusión. Y que los aficionados del Atlètic vean un buen espectáculo y se diviertan, que no vengan solo a vernos ganar. Ese es uno de los objetivos, evidentemente, pero quiero que al que le guste el fútbol y sienta la pasión de su equipo pueda disfrutar también de un buen trato de balón, de que seamos protagonistas y de que querer hacer el mejor partido posible cada día.
—¿Qué será lo primero que haga una vez que se ponga el chándal?
—Sobre todo intentaré que haya una cohesión en el grupo desde el principio. Si queremos conseguir retos importantes tenemos que ir todos de la mano: dirección deportiva, empleados, afición… Quiero, sobre todo, unión. Porque todos buscaremos lo mismo: que el ATB esté arriba.
—¿Le recuerdan mucho la rivalidad con el Mallorca?
—La verdad es que no. Animan mucho más a su equipo en lugar de fijarse en los rivales. Es un desafío apasionante dentro de la misma temporada. Son dos partidos muy emotivos en los que la afición vibrará mucho y trataremos de dar el máximo.