Es la ley de Magaluf, la que impone el Atlètic Balears y la que le ha llevado de nuevo a la cima. Es la que sufren sus rivales y que ayer castigó al Espanyol B, que hincó la rodilla ante la intensidad, compromiso y esfuerzo colectivo de un grupo que mantiene vivo el sueño del playoff e incluso del título. Los blanquiazules firmaron una gran primera parte y sufrieron tras el desgaste, pero cumplieron con creces con su parte para sacar el máximo rendimiento a la derrota del Llagostera ante el Nàstic.
Los hombres de Nico López destilaron ambición desde el pitido inicial y se adueñaron de la primera mitad. Con Florín en la grada por lesión, Pedro Capó ejerció de hombre más adelantado con Thiago y Xisco Hernández en los flancos. La disposición local necesitó unos minutos para ajustarse, pero acabó por rendir a un gran nivel. El centrocampista menorquín, que destacó en la presión, asociándose y generando opciones a sus compañeros, se alió con la calidad de una inspirada línea de vanguardia en la que Xisco y Thiago dispararon la producción ofensiva.
Capó, con un empalme desde la frontal, dio el primer aviso, pero igual de determinante que la movilidad de los atacantes resultó Xavi Ginard, que salvó de forma providencial un mano a mano con Mamadou tras el único error de la zaga. El meta artanenc le ganó la partida al ariete visitante en pleno suspiro de la grada.
Control
Los blanquiazules se hicieron los amos del partido. Superado el cuarto de hora el colegiado pasó por alto un penalti a Xisco, que en el minuto 22 también asistió a Thiago, que finalizó rozando el palo. Tres minutos después se invirtieron los papeles y fue el mallorquín el que disparó fuera una gran acción de Thiago con Guasp y Capó.
La recompensa llegó a la media hora con un balón profundo de Mairata que Xisco, desde la izquierda, mandó raso al interior del área para que Thiago, de primeras, adelantara al Atlètic Balears.
Pau salvó con una mano providencial un uno contra uno de Xisco Hernández algo escorado en el minuto 35 y apenas un minuto después Thiago no llegó por poco a un balón peinado tras un saque de banda desde la derecha. Los blanquiazules habían acumulado ocasiones para sentenciar antes del descanso, pero tuvieron que conformarse con el 1-0.
El paso por la caseta y un doble cambio dio un nuevo aire al Espanyol B, que imprimió una marcha más al juego mientras el ATB pagaba el peaje físico de una de las mejores primeras partes del curso.
El Atlètic Balears, que pudo sentenciar en una contra de Xisco que no acertó a culminar, se atrincheró para resistir. Los problemas para contener a los visitantes se agravaron cuando Nico López se vio obligado a sustituir a Biel Guasp y Juan Vich, dos cambios que impedían refrescar a los hombres más fatigados. El primero se lesionó en la rodilla tras un golpe y el segundo dejó su lugar a Campins tras haber jugado con problemas.
Con Xavi Ginard seguro en el juego aéreo, el trabajo de los centrales y el triángulo del centro del campo formado por Alomar, Cristian y Esteban fue crucial para reducir los efectos de una insistencia visitante exenta de clarividencia.
El 2-0 solo llegaría en la última acción del partido con un balón largo de Álvaro que Sergi García sirvió a Xisco, que no perdonó y obtuvo el premio a su gran actuación.