El Atlètic Balears afronta uno de sus encuentros más importantes y no lo hace precisamente en el terreno de juego. La demanda presentada por Miguel Ángel Gómez y Antonio Pocoví en el Juzgado de lo Mercantil número 2 insta al club blanquiazul a presentar concurso necesario de acreedores, lo que podría desembocar en la disolución de la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) si no satisface una deuda que ronda los 200.000 euros.
La entidad aún no ha recibido la notificación de la demanda y aguarda la confirmación oficial de la admisión a trámite para pronunciarse sobre una situación ante la que dispondría de cinco días para dejar constancia de su postura, es decir, conformarse u oponerse.
Cabe destacar que a diferencia del concurso de acreedores voluntario, que es instado por la propia empresa -caso del Real Mallorca por ejemplo-, el concurso necesario que se insta propiciaría que el consejo de aministración del Atlètic Balears perdería sus funciones y sería sustituido por la administración concursal.
El que fuera presidente blanquiazul, Miguel Ángel Gómez, que demandó al Atlètic Balears el pasado mes de septiembre reclamando una deuda de 150.000 euros, habría presentado la demanda junto a Antonio Pocoví, que reclama cerca de 6.000 euros. La demanda llega una vez que se ha hecho oficial la culminación del proceso de transformación del Atlètic Balears en SAD, que tenía previsto celebrar su asamblea general el próximo día 5 de mayo con la situación económica en el centro del debate.
Situación
A día de hoy el Atlètic Balears está al día en lo que a la seguridad social y pagos se refiere, pero mantiene la deuda con Gómez después de señalar en su día que la contabilidad donde supuestamente tendría aparecer dicha deuda nunca apareció. La entidad blanquiazul también sostiene que el reconocimiento de deuda a favor de la mujer de Miguel Ángel Gómez por importe de 150.000 euros se otorgó durante su mandato sin convocar la asamblea general, lo que supondría que quebrantó los estatutos del club.
El estado económico del club blanquiazul, que hasta la fecha ha mantenido sus constantes vitales gracias a las aportaciones particulares, podría desembocar en la disolución, ya que apenas cuenta con ingresos y la hipotética figura de un administrador se toparía sin margen de maniobra a la hora de afrontar los pagos que se le reclaman. La disolución de la sociedad abriría el período de liquidación, sin duda, un gran peligro para la entidad.
Caso al margen es la deuda que mantiene el club con Antoñito. De no satisfacer la cantidad reclamada por el delantero, el ATB podría verse impedido a la hora de tramitar fichas para todas sus categorías de cara al curso 2014-15, pero si finalmente entra en concurso, la deuda con Antoñito quedaría vinculada al devenir de este.