El derbi de Segunda B entre el Mallorca B y el Atlètic Balears del próximo domingo se disputará entre fuertes medidas de seguridad. Antes, durante y después del encuentro, los efectivos pertenecientes a la Unidad de Prevención e Intervención de la Policía Nacional (UPR) cuidarán de que no se produzca ningún incidente entre aficiones y para que esto sea una realidad se ha organizado un dispositivo idéntico al que se pone en liza con motivo de un partido de Primera. La Policía Nacional, consciente de que el choque ha levantado una gran expectación y en previsión de que pueda suceder algún incidente, por mímimo que este sea, ha decidido desplazar a un gran número de uniformados para mantener bajo estrecha vigilancia a los pequeños núcleos de seguidores más propensos a poder crear problemas.
También la policía acompañará al Atlètic Balears desde su salida del estadio hasta la ciudad deportiva de Son Bibiloni. Por otra parte ayer los directivos del club blanquiazul decidieron comprar en taquilla 17 entradas y rechazar las invitaciones del Mallorca. De esta forma, ningún miembro de la directiva blanquiazul se sentará en la zona reservada a autoridades.
Por otra parte, de las 180 entradas puestas a la venta, quedan sólo 55 a la venta, que previsiblemente pueden agotarse en la jornada de hoy. En caso de que acudan mucho socios del club rojillo a presenciar el partido, el problema de aparcamiento será difícil de solucionar porque en la ciudad deportiva el lugar acotado para aparcamientos no es suficiente para hacer efectiva la demanda que se producirá con motivo del derbi.
La directiva del conjunto blanquiazul decidió romper relaciones con el Mallorca por la gestión que el club rojillo quiso hacer de las invitaciones que entregaba a los miembros de la junta presidida por Fernando Crespí.