En la playa de Son Matias, justo donde la arena se encuentra con un mar que parece sacado de una postal, hay un lugar que está redefiniendo el concepto de beach club en Mallorca. Su nombre es Siso Beach Mallorca, y este verano se ha convertido en un imprescindible para quienes buscan algo más que una comida junto al mar: una auténtica experiencia mediterránea, con sabor, música y estilo propio.
A diferencia de otros espacios costeros, Siso no apuesta por lo convencional. No encontrarás hamacas alineadas ni cartas predecibles. Aquí, el ambiente se construye a través de detalles: sofás frente al mar, integrados en el local, donde el confort y las vistas conviven en armonía; actuaciones diarias de cantantes en vivo, que convierten cualquier almuerzo o atardecer en un momento memorable; y un servicio pensado para sorprender incluso a los más exigentes: entrega de comida y bebida directamente a yates, en lancha, para quienes llegan desde el mar y prefieren disfrutar de su plato favorito sin abandonar la cubierta.
Esta filosofía de hospitalidad sin barreras se extiende también a su cocina, un viaje gastronómico ideado por el chef ejecutivo Claudio Vargas, que combina producto local de primera calidad con inspiración global. El menú ha sido diseñado para ser versátil durante todo el día, adaptándose al ritmo pausado del verano y a los gustos de una clientela diversa y exigente. Desde desayunos saludables hasta paellas para compartir, pasando por pescados frescos del Mediterráneo, carnes maduradas y postres caseros, cada plato está pensado para elevar el momento y despertar los sentidos.
La coctelería también merece mención aparte. Con una carta de cócteles artesanales que equilibran creatividad, técnica y frescura, Siso Beach se posiciona como uno de los espacios más completos de la costa palmesana. Perfectos para acompañar la sobremesa o brindar al caer el sol, estos combinados se disfrutan aún más con el telón de fondo del mar y la música envolvente que llena el ambiente.
Con cada temporada, este enclave moderno pero fiel al alma mallorquina se afianza como un referente del verano. Su capacidad para combinar lo mejor de la vida mediterránea —el mar, la buena mesa, la música y la calma— lo convierte en destino tanto para visitantes que llegan buscando experiencias únicas como para locales que desean disfrutar de su isla con una nueva mirada.
Y es que hay lugares que no se visitan: se sienten. Siso Beach, entre el vaivén de las olas y los sabores del mundo, es uno de ellos. Un oasis en Son Matias donde el verano se vive sin prisas, con los pies en la arena, el alma en el aire… y, si lo deseas, tu plato favorito esperándote a bordo de tu barco.