Redescubrir el sur de Mallorca: calma, sabor y autenticidad en la Colònia de Sant Jordi

Donde el Mediterráneo sigue siendo auténtico: redescubre la Colònia de Sant Jordi con calma, cocina de proximidad y el encanto del Hotel Honucai

La vista desde el rofftop del hotel Honucai en la Colònia de Sant Jordi.

Las vistas desde el rofftop del hotel Honucai en la Colònia de Sant Jordi

| Colònia de Sant Jordi |

Entre playas de arena blanca, aguas cristalinas y un paseo marítimo que conserva el encanto de un antiguo puerto de pescadores, la Colònia de Sant Jordi sigue siendo uno de los secretos mejor guardados de Mallorca. Aunque muchos la asocian a los meses más turísticos del verano, este rincón de la isla es también un destino ideal para escaparse fuera de temporada, redescubrir su esencia y dejarse llevar por su ritmo pausado.

Desde su privilegiada ubicación frente a la playa de Es Dolç, la zona invita a caminar sin prisas, comer bien, disfrutar del mar incluso en primavera y conectar con lo auténtico. Aquí, el mar no es solo paisaje: es parte de la vida cotidiana.

Gastronomía de proximidad

Uno de los grandes atractivos de la Colònia es su oferta gastronómica. Varios restaurantes de la zona, como Salicornia, han hecho de la cocina de cercanía un valor diferencial. La combinación de producto local con influencias globales ha convertido a este pequeño núcleo en un destino gastronómico interesante también para residentes, con platos que van desde reinterpretaciones de recetas mallorquinas hasta propuestas con toques asiáticos, todo con vistas al puerto y al vaivén de las barcas.

Uno de los arroces del restaurante Salicornia

Ya sea para una comida frente al mar, una escapada de fin de semana o una pequeña celebración, la Colònia ofrece espacios con encanto, buena energía y una conexión directa con la naturaleza. El rooftop The Top, en el Hotel Honucai, por ejemplo, se ha convertido en un punto de encuentro para quienes buscan música en vivo, cócteles y vistas al mar sin tener que salir de Mallorca.

La zona también es perfecta para paseos en bici, rutas a pie hacia la playa de Es Trenc o pequeñas excursiones en barco. Y si lo que se busca es parar el ritmo, nada como una sesión de spa o una clase de yoga con vistas al mar.

Redescubrir el sur de Mallorca es recordar por qué esta isla sigue enamorando a quien se detiene a observarla. Y hacerlo desde la Colònia de Sant Jordi es volver a un Mediterráneo que aún conserva su alma marinera, su respeto por lo sencillo y su magia natural.

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