La dieta mediterránea con aceite de oliva virgen es beneficiosa para la salud al prevenir la recurrencia de accidentes cardiovasculares, como ha demostrado la evidencia científica recopilada en el estudio CordioPrev. Sus resultados han sido presentados este martes en un acto al que han asistido el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y la titular de Ciencia e Innovación, Diana Morant. Publicado el pasado mayo en la revista The Lancet, el estudio concluye que la dieta mediterránea previene la recurrencia de eventos cardiovasculares frente a una dieta baja en grasa, como ha explicado el catedrático de Medicina Interna de la Universidad de Córdoba, José López Miranda.
Los investigadores del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic), del Hospital Universitario Reina Sofía, de la Universidad de Córdoba y del Instituto de Salud Carlos III realizaron un ensayo clínico con un millar de pacientes con enfermedad coronaria durante siete años. Los voluntarios recibieron una intervención dietética con dieta mediterránea o baja en grasa y, aunque ambos modelos son saludables, la dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen redujo en mayor medida la probabilidad de tener un accidente cardiovascular, en cerca de un 27 %.
La diferencia, ha detallado Miranda, está en que un porcentaje importante de las calorías en la dieta mediterránea corresponde al aceite de oliva virgen, en comparación con la sustitución de hidratos de carbono complejos, como preconizaban las sociedades médicas americanas. El experto ha explicado que con la dieta mediterránea se puede prevenir uno de cada tres accidentes cardiovasculares en los hombres (donde la incidencia es mayor) y uno de cada cuatro eventos de ese tipo en la población general. Un total de 5.410 eventos cardiovasculares se pueden evitar al año en España, donde cada año se producen unos 55.000 infartos, si se somete a los pacientes a un control y un tratamiento intensivo de alimentación basada en la dieta mediterránea, según el estudio.
El director del Imibic, Pablo Pérez, ha expresado su interés en dar visibilidad a la investigación por sus beneficios para la salud de las personas y para el sector de la agricultura y el aceite. El estudio «ha convertido la dieta mediterránea, que formaba parte de la cultura popular, en evidencia científica», ha destacado la ministra de Ciencia e Innovación, que ha calificado la ciencia como un "bien común de la sociedad". Morant ha subrayado la importancia de la colaboración público-privada y de la investigación multidisciplinar y colaborativa.
Asimismo, ha avanzado que pondrán en marcha, junto con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, una mesa que una la ciencia y la pesca «para que el sector se sienta escuchado» y progrese de mano del conocimiento científico. En 2010 la Unesco reconoció el patrimonio de la dieta mediterránea, un "estilo de vida" al que hace falta adaptarse porque es importante tener acceso a una dieta variada y saludable a pesar de la falta de tiempo, según Planas. El ministro ha mostrado su preocupación por la situación de los precios y el efecto que está teniendo la inflación en las familias con menor poder adquisitivo, lo que incide en su dieta.