La sensación de tener los ojos constantemente llorosos sin motivo aparente puede llegar a ser muy incómoda en el día a día. De hecho, es un problema más común de lo que pensamos y con el que mucha gente procura ‘ir tirando', aunque atender sus causas es imprescindible para poder mejorarlo.
¿Cuál puede ser el origen de este exceso de lagrimeo? Las lágrimas forman una película sobre la superficie ocular para mantenerla protegida de agentes externos e hidratada, pero, cuando la vía que recoge estas lágrimas se obstruye, desbordan y parece que lloramos. La Dra. Francisca Perena, oftalmóloga especialista de Miranza Passeig Mallorca, destaca otra causa poco conocida o que difícilmente se asocia al lagrimeo: «una causa también muy común es la que, precisamente, más paradójica resulta: el ojo seco», un problema que afecta a más de un 30% de la población y que se intensifica con el uso de mascarillas, pantallas, aires acondicionados, calefacciones, etc.
El ojo seco nos hace llorar
El lagrimeo asociado al ojo seco ocurre porque este problema ocular altera la película lagrimal, reduciendo la cantidad de lágrima y, en muchos casos, confiriéndole una mala calidad. Como reacción al déficit de lubricación, la superficie ocular se irrita y las glándulas secretoras de lágrimas se activan para mantenerla hidratada. Aun así, el problema persiste porque, como la composición de agua, sales, grasas, etc. de esta lágrima no es la adecuada, el ojo continúa mal lubricado y se activa un círculo vicioso que impide acabar con el lagrimeo.
Todo ello tiene causas multifactoriales, entre las que se encuentran un escaso parpadeo (lo normal es parpadear entre 15 y 20 veces por minuto, cadencia que puede reducirse considerablemente al fijar la vista, de forma prolongada, por ejemplo, en las pantallas), así como por el exceso de sequedad ambiental, o por factores hormonales, entre otras causas.
Una de las soluciones básicas para mejorar las molestias que acarrea el ojo seco –que, junto con el ojo lloroso, pueden ser enrojecimiento, sensación de arenilla, escozor e incluso dolor o visión fluctuante–, es utilizar lágrimas artificiales.
Según la Dra. Perena, «es recomendable que las gotas sean sin conservantes y, preferiblemente, con ácido hialurónico para un mayor alivio. Pueden aplicarse siempre que el ojo ‘lo pida', igual que hidratamos nuestra piel cuando la notamos seca o tirante».
Sin embargo, las gotas humectantes no siempre son suficientes. Bien lo saben muchas personas que siguen incómodas con sus ojos o que dependen tanto de los colirios que esto les impide realizar su vida con normalidad. Para estos casos, en los últimos años, se han desarrollado innovadores tratamientos, capaces de actuar directamente sobre la causa del ojo seco y, con ello, atajar sus síntomas.
La calidad de la lágrima se puede mejorar
La oftalmóloga de Miranza Passeig Mallorca apunta que «hoy contamos con opciones que nos permiten mejorar la calidad de la lágrima y una de las más eficaces es la IPL (luz pulsada intensa)». Esta tecnología actúa sobre las glándulas de Meibomio, pequeños saquitos de lípidos que se encuentran en la parte interior de los párpados y cuya disfunción está relacionada con más del 85% de los casos de ojo seco.
Lo que hace la IPL es, mediante luz, estimular el correcto funcionamiento de estas glándulas, de modo que las lágrimas puedan recibir el aporte graso que necesitan para evitar su evaporación y reducir la inflamación del ojo. Tras unas 4 sesiones, los pacientes ya notan una mejoría muy considerable y reducen mucho las gotas que tienen que usar, pudiendo prolongarse estos beneficios con una sesión de mantenimiento al año.
Efectos similares logra otro equipo que también está disponible en las consultas de Miranza Passeig Mallorca: la pulsación térmica o LipiFlow, que, en este caso, masajea las glándulas de Meibomio y les aplica calor local para favorecer su drenaje. Como concluye la Dra. Perena, «la clave para unos resultados satisfactorios está en realizar un estudio completo del tipo y grado de ojo seco, indicando una solución personalizada para cada persona con estos u otros tratamientos, que podemos combinar con medidas preventivas».
Como otros centros que Miranza, grupo líder en oftalmología con 32 centros en España y uno en Andorra, Miranza Passeig Mallorca ha puesto en marcha una nueva área avanzada específicamente dedicada a la atención de pacientes con ojo seco.
Esta área, además de incorporar los tratamientos más punteros, incluye las últimas pruebas diagnósticas, como LipiView, que permite ver las glándulas de Meibomio magnificadas para estudiar su estado. También mide el grosor de la capa lipídica o grasa de la lágrima, responsable de que esta se mantenga estable sobre la superficie ocular entre parpadeo y parpadeo. Por último, LipiWiew tiene en cuenta con qué frecuencia parpadeamos y si estos parpadeos son completos para distribuir adecuadamente la lágrima.
Con todo ello, los oftalmólogos pueden establecer indicadores precisos y objetivos, más allá de la sensación subjetiva de sequedad que pueda tener el paciente, para orientar el tratamiento y valorar la evolución. El ojo seco puede tratarse con eficacia y evitar, entre otras molestias asociadas, que sigamos llorando sin motivo.