La fatiga pandémica se expande y cada vez son más las personas que se ven afectadas por ella. Marga Almarcha, coach de salud y experta en inteligencia emocional aplicada a la nutrición, destaca que «la OMS ya advierte que más del 60 % de la población europea padece este síndrome provocado por la situación que estamos viviendo a nivel mundial y que, como consecuencia, nos está abocando a un profundo desánimo y a una gran desmotivación».
En este sentido, señala que «la desesperanza se instala entre nosotros», pero anima a vencerla. «A la fatiga pandémica van ligada unas emociones que nos generan malestar y nos incomodan. Reconocer e identificar estas emociones que van ligadas a sentimientos como agotamiento, decaimiento, abatimiento, crispación, bloqueo… será el primer paso para poder revertir la situación»
Para reconocerlas «es importante escuchar lo que el cuerpo nos dice porque está continuamente dándonos señales». En este sentido, recomienda no pasar por alto sensaciones como «ese peso en el pecho que a veces sientes o el que se te pone encima de tus hombros, algo te quieren decir».
La coach insta a «ser consciente de que la incertidumbre forma parte de nuestra vida en estos momentos. Es cierto que cuesta mucho adaptarse a ella debido a que nos provoca una gran ansiedad. Por ello, es de vital importancia aceptarla sin negarla y trabajar en la búsqueda de herramientas que nos ayuden a sobrellevarla, como la compañera de viaje que está siendo». En este sentido, recomienda realizar respiraciones, ya que pueden ayudar a calmarse durante los picos de ansiedad.
También es fundamental alejar de la mente todo pensamiento que te genere pesimismo. «Reconduce estos pensamientos negativos a otros más amables. Una fórmula para conseguirlo es estar atentos a cualquier pensamiento que empiece por 'no' o sea negativo, anotarlo y reformularlo en positivo. Como todo en la vida se trata de práctica, pero quizá sea el momento de empezar a hacerlo para potenciar tu pensamiento positivo y ver la cara amable de la realidad en la que estamos sumergidos», explica.
La coach también recomienda pensar en el ahora e intenta vivir este momento presente con todo lo que tiene asociado. «Si vives en el pasado sólo traerás una gran nostalgia por todo lo que has dejado de hacer; si piensas en el futuro puedes sentir una gran desesperanza generada por la incertidumbre de no saber qué va a pasar o cómo se van a desarrollar las cosas. Aceptar el momento presente no es resignarse ni vivirlo desde la crispación, es entender que las cosas son lo que son y ante ellas elijo como quiero vivirlas», argumenta.
Otra de las conductas imprescindibles es «no machacarse. Es importante que sigas dando importancia a tus cualidades para seguir manteniendo una buena autoestima y un buen autoconcepto, a pesar de que en estos momentos no te estés desarrollando profesionalmente como antes. Sigues siendo igual de válido que hace unos meses, no te quepa la menor duda».
Cuidarse también resulta muy beneficioso. «Fomenta tus espacios para actividades que te generen bienestar y te ayuden a desconectar para conectar con tus propias necesidades. Sobretodo si eres cuidador, reserva tiempo para ti. Sólo si tu te cuidas podrás cuidar. Para ello, busca aquellas actividades que por falta de tiempo no hacías antes de que la pandemia entrará en nuestras vidas, pero que siempre te gustaron. Es un momento ideal para investigar y experimentar cosas nuevas».
Almarcha añade que se debe seguir cuidando la imagen personal. «A veces el hecho de no ir a trabajar puede ir ligado a una dejadez. Que este no sea tu caso: ponente guapa para ti, que eres lo más importante, es más cada mañana dedícate unas palabras bonitas y amables y empieza el día con otra energía».
El equilibrio entre alimentación, actividad física y descanso es otra de las claves. «Siempre han sido una pieza clave a la hora de tener un mejor bienestar, pero ahora es importante que le prestes mayor atención. No descansar lo necesario nos lleva a levantarnos cansados al día siguiente, que se puede traducir mal humor. Si a eso le unimos una alimentación basada en productos procesados, podemos sentirnos más pesados y cansados lo que nos llevará a no querer hacer actividad física además de otros problemas de salud».
Por último propone apagar la tele, ya que «ver continuamente las mismas noticias que se repiten una y otra vez, va a hacer que todavía tu desánimo crezca más. Puedes aprovechar ese tiempo para escuchar tu música preferida o para leer ese libro que tanto te gusta o, si eres de escuchar podcasts ponerte al día sobre temas que te interesen».
Probablemente hallar el equilibrio en este momento vital que estamos viviendo no sea tarea fácil, pero dejar que la «fatiga pandémica» nos pase como un laúd tampoco es la mejor opción. Si antes de la pandemia luchabas por tus sueños, ahora más que nunca tienes que seguir haciéndolo porque la energía que pones en ello es el mejor motor para cambiar lo que tienes alrededor. Y, aunque a priori, todavía la luz al final del túnel no se vea, llegará un momento en que por fin todo esto acabe y, descubras que este tiempo te ha servido para aprender a cómo ser tu mejor versión para ese futuro que está todavía esta por llegar.