Aunque existen muchas versiones sobre su origen y si realmente se trata de si realmente se trata de un postre autóctono de Dalmacia, la Rozata es uno de los postres más apreciados de Croacia y, sin duda, forma parte de su libro de recetas. Su parecido a la crème brûlée o a la propia crema catalana pone en discusión su lugar de nacimiento, aunque su elaboración se remonta a la Edad Media y ha logrado sobrevivir a todas las turbulencias históricas.
Los elementos básicos de este postre cremoso son la leche, los huevos y el azúcar, aunque su ingrediente diferencial se lo da el licor de rosa llamado rosalin o rozulin, al que éste manjar debe su nombre y que le proporciona un aroma único. Los fanáticos de las cremas y las natillas estarán encantados
La rozata se elabora en pastelerías y en los mejores restaurantes del país, pero también en casa. Debido a su larga historia, sus ingredientes han ido variando a lo largo del tiempo, especialmente en época de escasez, de ahí que su base se prepare con ingredientes sencillos. En 2008, durante una visita del presidente estadounidense George W. Bush a Zagreb, la rozata se sirvió como postre durante la cena oficial.
Su preparación es relativamente sencilla. La rozata tradicional, la que se elabora en Dubrovnik, suele llevar licor de rosas, si bien no se dispone de este elemento se puede sustituir –por ejemplo- con un poco de ron o brandy. Algunas recetas presentan este postre con ralladura de limón o agua de rosas si no se dispone de rosalin.
Nuestra propuesta para preparar la rozata es la siguiente: Ingredientes (para 10 personas): 1 litro de leche entera; 300 gramos de azúcar; 2 cucharadas de azúcar de vainilla; a cáscara rallada de un limón; 7 huevos enteros; 2 yemas de huevo y mantequilla para los moldes. Para el caramelo: 200 gramos de azúcar extrafino y 1 cucharada de agua.
Para iniciar su preparación, caliente la leche, el azúcar, el azúcar de vainilla y la ralladura de limón. Después deje enfriar. En un tazón grande, bata los huevos y las yemas y mezcle con la leche. Caliente el horno a 180˚C.
Para el caramelo, en una cacerola, agregue el azúcar y el agua y cocine a fuego bajo a medio, hasta que el caramelo se vuelva ámbar. Engrase los moldes o una fuente grande para hornear con mantequilla.
Vierta 1 cucharadita de caramelo en el fondo de cada molde o 4 cucharadas en el fondo de una sartén grande y vierta la preparación encima. Deje enfriar la crema en el refrigerador.