Las subastas de viviendas de la Seguridad Social se han convertido en una alternativa poco conocida pero accesible para quienes buscan adquirir inmuebles a precios competitivos. Laura Bellés, experta de la Escuela Inmobiliaria Bancaria (EIB), ha compartido los detalles de este procedimiento que permite a cualquier ciudadano participar en las licitaciones mensuales sin necesidad de ser un inversor profesional o contar con asesoramiento legal especializado. «¿Sabías que la Tesorería General de la Seguridad Social subasta viviendas embargadas todos los meses y que cualquiera puede participar? Y sí, no hace falta ser inversor ni tener un despacho de abogados detrás. Solo necesitas saber cómo funciona», explica Bellés.
Según la especialista, la Tesorería subasta regularmente inmuebles embargados por deudas pendientes, publicando los anuncios tanto en su página web oficial como en el Boletín Oficial del Estado (BOE), lo que garantiza la transparencia del proceso. El procedimiento para participar es sorprendentemente sencillo. «Para entrar en la subasta necesitas solo dos cosas: una copia de tu DNI o pasaporte y presentar tu oferta que puede ser verbal el mismo día o por escrito dentro de un sobre hasta un día antes», detalla la experta. No obstante, los participantes deben realizar un depósito como garantía que varía según la modalidad de puja: un 25% del precio de salida para ofertas escritas y un 30% para pujas presenciales. Este importe se devuelve íntegramente si no se resulta adjudicatario.
El sistema de subastas de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) forma parte de los mecanismos que la administración utiliza para recuperar deudas de contribuyentes morosos. Los inmuebles salen a subasta con un precio inicial basado en tasaciones oficiales, pero existe un detalle importante que pocos conocen: si la primera subasta queda desierta, el inmueble vuelve a salir a licitación con un precio reducido. «Si no se adjudica el inmueble a nadie, la subasta se repite pero con precio más bajo. Hasta pueden salir por el 50% del valor original», señala Bellés. Esta característica hace que las segundas o terceras convocatorias puedan ofrecer oportunidades especialmente atractivas para compradores atentos al calendario de subastas.
Un aspecto destacable es la regularidad de estas convocatorias. En 2025, la TGSS mantiene el ritmo mensual de subastas que venía realizando en años anteriores, lo que permite a los interesados planificar su participación. Los inmuebles subastados abarcan desde pisos y locales comerciales hasta casas unifamiliares, con una amplia distribución geográfica por todo el territorio español. Participar en estas subastas presenta varias ventajas frente a otros canales de compra inmobiliaria. En primer lugar, la transparencia del proceso está garantizada por tratarse de procedimientos públicos regulados. Además, los precios de salida suelen ser competitivos, especialmente en segundas convocatorias, lo que puede suponer ahorros significativos para el comprador final.
«Y lo mejor es que el 100% legal, 100% público y muy poca gente sabe cómo hacerlo», destaca la experta de la EIB. Este desconocimiento general reduce la competencia en las pujas, aumentando las posibilidades de conseguir adjudicaciones a precios ventajosos para quienes sí dominan el procedimiento. No obstante, los interesados deben tener en cuenta algunas consideraciones importantes. Es recomendable visitar el inmueble previamente si es posible, revisar su situación registral y verificar posibles cargas. También hay que disponer de liquidez suficiente para hacer frente al depósito previo y, en caso de adjudicación, al pago del importe restante en los plazos establecidos.