En España, millones de conductores enfrentan diariamente la exigencia de mantener una visión óptima al volante, especialmente durante las horas de mayor intensidad solar. Aunque muchas personas optan por usar gafas de sol para reducir el deslumbramiento y mejorar la comodidad visual, desconocen que no todos los modelos están permitidos mientras conducen, y que elegir las gafas incorrectas puede traduce en una sanción administrativa.
La seguridad vial es responsabilidad de todos, desde las autoridades hasta cada conductor. Por eso, detalles aparentemente menores, como el tipo de lentes que se utilizan, pueden determinar la diferencia entre evitar un accidente o generarlo. En este contexto, es importante conocer las recomendaciones, prohibiciones y características de las gafas que están permitidas para conducir de forma segura.
Regulación del uso de gafas de sol
La Dirección General de Tráfico (DGT), organismo bajo el Ministerio del Interior, se encarga de velar por la seguridad vial regulando acciones y elementos que afectan la conducción. Entre sus ámbitos de actuación está la supervisión y normativa sobre cómo y qué elementos pueden influir en la visibilidad de los conductores. Las gafas de sol, siendo un accesorio común, son objeto de regulación para evitar que causen más perjuicios que beneficios durante la conducción.
Este organismo no busca limitar arbitrariamente, sino que sus normativas buscan proteger a los usuarios de la carretera porque algunas gafas de sol, lejos de contribuir a una mejor visión, pueden reducir la capacidad de percepción visual de forma peligrosa, especialmente en situaciones donde la iluminación cambia repentinamente, como la entrada a túneles o al conducir en zonas con sombras.
Qué gafas de sol están prohibidas y por qué
Recientemente, la DGT ha recordado que el uso de gafas con filtro de categoría 4 está terminantemente prohibido para conducir. Estas lentes están diseñadas para actividades muy específicas, como el alpinismo o deportes en entornos con nieve, y bloquean un porcentaje extremadamente alto de luz, lo que puede ocasionar una visibilidad casi nula en condiciones no ideales.
Conducir con valores de filtro tan elevados equivale a manejar a ciegas, sobre todo en espacios donde la luz natural es reducida o fluctuante. Además, otro tipo de lentes muy extendidas, las gafas fotocromáticas, consideradas por algunos como una opción práctica, tienen un inconveniente importante: tardan varios minutos en adaptarse al cambio de luz al pasar de áreas iluminadas a oscuras. En estos momentos críticos, el retraso para aclararse puede costar la anticipación necesaria para evitar un accidente.
En cambio, las lentes polarizadas y aquellas con filtros de categoría 1 a 3 están recomendadas para su uso durante la conducción, siempre que cumplan con la homologación y tengan el sello correspondiente de la Comunidad Económica Europea (CEE). Estas gafas ayudan a mejorar el contraste y eliminan reflejos molestos, especialmente en horas del día en las que el sol incide sobre el asfalto o vehículos que provocan destellos que dificultan la visión.
Normativas y sanciones relacionadas con el uso incorrecto de gafas
Aunque sorpresivas para algunos, las normativas de la DGT sobre gafas se enmarcan dentro de una serie de prohibiciones que buscan mejorar el control sobre la conducción. Por ejemplo, es conocido que conducir con chanclas, maquillarse o comer mientras se conduce pueden ser motivos de sanción, ya que provocan distracciones y dificultan el control del vehículo.
En esta misma línea, usar gafas de sol inapropiadas se considera una falta porque comprometen la seguridad tanto del conductor como de terceros. Usar lentes con filtros inadecuados puede derivar en multas que llegan hasta los 200 euros, dependiendo de la gravedad y circunstancias.
La veritat és que no hi ha policia suficient i el ppvox vol baixar el pressupost