En España, las distracciones al volante siguen siendo una de las principales causas de accidentes de tráfico. Entre ellas, comer mientras conduces suele pasarse por alto como una infracción, pero la realidad es que esta práctica puede acarrear una multas económicas importantes. Aunque muchos conductores no son conscientes de ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha intensificado sus controles para detectar estas conductas desde principios de 2025.
La DGT ha alertado que esta acción implica una distracción evidente que pone en riesgo no solo al propio conductor, sino también a otros usuarios de la vía. Por ello, las sanciones no solo buscan penalizar, sino también concienciar sobre la importancia de mantener la atención durante la conducción.
Durante una campaña especial llevada a cabo en marzo de 2025, los agentes de la Guardia Civil impusieron más de 3.000 multas por diferentes causas relacionadas con distracciones. Entre estas, el uso del teléfono móvil al volante fue la infracción más frecuente, pero también se detectaron numerosos casos de conductores comiendo o bajo la influencia de sustancias.
Esto te puede caer de sanción
Si te sorprenden conduciendo y comiendo, la multa generalmente será de 80 euros. Sin embargo, existen matices importantes que pueden elevar la cuantía hasta los 200 euros. Esto dependerá de la valoración del agente encargado de la inspección, quien analizará si el acto supone una conducción negligente o riesgosa. En esos casos, la sanción es más severa, aunque no conlleva la pérdida de puntos del carnet.
Además, los conductores multados pueden beneficiarse de un descuento del 50% sobre el importe total si abonan la multa dentro del plazo establecido para el pronto pago, una práctica habitual que facilita la resolución rápida de las sanciones.
Otras conductas sancionables que pocos conocen
Comer es solo una de las distracciones que pueden poner en peligro la seguridad vial y conllevar multas. Existen otras acciones frecuentes que también están penalizadas. Por ejemplo, conducir con ropa inadecuada que restrinja la movilidad o la libertad de movimientos puede acarrear sanciones de entre 80 y 200 euros, un dato que sorprende a muchos conductores en España.
Igualmente, el uso indebido del claxon sin razón justificada está sujeto a multas de 80 euros. Esta norma pretende evitar molestias y una contaminación sonora innecesaria, especialmente en zonas urbanas. Otro hábito común sancionado es sacar el brazo por la ventanilla mientras se conduce, algo que también puede costar una multa de 80 euros, ya que se entiende como un acto que podría comprometer la seguridad propia y ajena.
...y fumar?