Con la llegada del calor, muchas personas buscan soluciones prácticas para protegerse del sol sin complicaciones. Una idea que se está popularizando es la reutilización de envases de desodorante para llevar el protector solar de forma cómoda y eficiente. Esta iniciativa, además de contribuir al reciclaje, ofrece una manera económica y funcional de transportar la crema solar sin tener que cargar con frascos voluminosos o comprar múltiples formatos.
Cómo transformar un envase de desodorante en un portador de protector solar
Para comenzar con este truco, el primer paso es seleccionar un envase de desodorante vacío y limpio. Muchos hogares en España tienen estos envases que suelen desecharse después de su uso. Es fundamental retirar las etiquetas con cuidado para dejar la superficie limpia y luego extraer la bolilla del mecanismo, una pieza que permite empujar el producto hacia afuera.
Para extraer la bolilla y los restos de desodorante, se puede utilizar una pinza, un destornillador pequeño o un cuchillo de manera cuidadosa. Posteriormente, el envase debe lavarse con agua y jabón, asegurándose de eliminar cualquier residuo que pueda afectar al protector solar que se va a almacenar dentro.
Una vez limpio y completamente seco, se rellena el envase con el factor de protección solar (FPS) que se prefiera. Esto puede realizarse empleando directamente crema solar o gel, con la ventaja añadida de poder llevar el producto favorito sin necesidad de adaptarse a formatos comercializados.
Finalmente, se vuelve a colocar la bolilla para mantener el envase sellado y facilitar su uso, imitando el mecanismo original del desodorante para dispensar la crema de pantalla solar cuando se precise.
Ventajas para los usuarios y para el medio ambiente
Este truco tiene múltiples beneficios. En primer lugar, reduce el volumen que habitualmente ocupan los envases de protector solar convencionales que suelen ser voluminosos y poco prácticos para viajar o para llevar a la playa o la piscina.
Además, evita la necesidad de adquirir versiones más pequeñas, que suelen ser más costosas y generan más residuos. Al reutilizar un envase que de otro modo acabaría en la basura, se promueve el reciclaje y se contribuye a la sostenibilidad ambiental, un aspecto cada vez más valorado por los consumidores españoles.
También se consigue un producto más manejable. El mecanismo de desodorante facilita la aplicación directa sin necesidad de abrir tapas o manipular tubos, lo que mejora la experiencia de uso, especialmente cuando se está en movimiento.