Los delitos financieros están experimentando un inquietante incremento en territorio español, con especial incidencia en el colectivo de jubilados. Según datos oficiales del Ministerio del Interior, se registraron más de 40.065 estafas bancarias durante el último año, una cifra que ha encendido todas las alarmas.
En ese sentido, el skimming se ha convertido en la pesadilla de muchos usuarios bancarios. Esta sofisticada técnica de fraude consiste en la duplicación no autorizada de datos de tarjetas mediante dispositivos ocultos denominados skimmers. Lo más alarmante es que estos aparatos pueden pasar completamente desapercibidos al estar instalados en cajeros automáticos o terminales de pago (TPV) que han sido previamente manipulados.
Cómo operan los estafadores y sus objetivos principales
Los delincuentes han perfeccionado sus métodos hasta tal punto que pueden capturar toda la información necesaria en cuestión de segundos. Las consecuencias pueden ser devastadoras: compras fraudulentas tanto online como presenciales, contratación de servicios sin autorización, sustracción directa de fondos, o venta de datos personales en mercados ilegales, situaciones que pueden comprometer la privacidad y el dinero de la persona afectada.
Los especialistas en seguridad bancaria y la Guardia Civil han establecido un protocolo de actuación para minimizar riesgos:
1. Mantener siempre la tarjeta a la vista durante las transacciones
2. Preferir terminales de pago móviles
3. Monitorizar regularmente los movimientos bancarios
4. Evitar cajeros o dispositivos con señales de manipulación
5. Activar la autenticación de doble factor
gabilom57A ver: Y si uno tiene 10 millones de euros, ¿qué vamos con un camión? Vaya tonterías.