El viernes 13 es una de las fechas más temidas en la cultura occidental, considerada un día de mala suerte y asociado con infortunios. Pero, ¿de dónde proviene esta creencia? Su origen se remonta a una combinación de elementos culturales, religiosos e históricos.
En primer lugar, el número 13 ha sido considerado de mal augurio en diversas culturas a lo largo de la historia. La creencia se origina en la mitología nórdica, donde se cuenta que Loki, el dios del caos y la discordia, fue el invitado número 13 en un banquete que acabó en tragedia. Esta idea del número 13 como símbolo de mal presagio también está presente en el cristianismo: en la Última Cena, Judas, el apóstol que traicionó a Jesús, fue el decimotercer comensal.
Por otro lado, el viernes también tiene connotaciones negativas, especialmente en la tradición cristiana. Se cree que Jesús fue crucificado un viernes, lo que contribuyó a la asociación de este día con desgracias y mala fortuna. La combinación de ambos, viernes y 13, como símbolo de mala suerte se fue consolidando con el tiempo, especialmente en los países anglosajones.
El temor al viernes 13 también fue reforzado por la cultura popular. En 1907, el escritor estadounidense Thomas W. Lawson publicó la novela Viernes, el 13, en la que se describe cómo un corredor de bolsa utiliza las supersticiones para crear caos en el mercado financiero. Además, la saga de películas de terror Viernes 13 consolidó esta fecha en el imaginario colectivo como sinónimo de fatalidad.
Sin embargo, no todas las culturas consideran que el viernes 13 es de mala suerte. En España y otros países de habla hispana, el martes 13 es el día temido, en parte debido a la asociación del martes con Marte, el dios de la guerra, lo que refuerza la idea de destrucción y violencia.