Segar y 'batre' como antaño

La Asociación Balear Tracción Animal organizó una fiesta sobre la cosecha del cereal

La asociación recupera las tareas de antaño

TW
1

Junio y julio es la época de cosechar. Estos días vemos las máquinas trabajando o ya los rollos preparados para llevar al almacén y tener alimento para el ganado, para el invierno. Para el trabajo que ahora realiza una sola persona manejando una máquina de estas, antaño se tenía que emplear mucha mano de obra, caballos y también se tardaba mucho más tiempo.

Todo avance y tecnología es buena pero también es interesante recordar el esfuerzo y cómo trabajaban nuestros antepasados en fora vila.

Con el fin de recuperar y mantener las tradiciones del campesinado, hace unos años se creó la Asociación Balear Tracción Animal (ASBATRA), que tiene su sede en Porreres. La forman gente –jóvenes y mayores- de diferentes municipios de la Isla, muy relacionados con el mundo rural y que luchan por la preservación de nuestra cultura agrícola.

Entre otras muchas actividades, desde hace seis años organizan la festa des segar i des batre. Para ello, han acondicionado un espacio en la finca de Son Mora Guixa.

El pasado fin de semana tocó batre. Uno de los participantes, Jaume Lluís Mestre, de Felanitx, ha explicado que realizaron esa tarea como hacían nuestros abuelos, hace unos 70 años, a remolque de un animal. Durante estas décadas, la industrialización se ha abierto paso en el mundo agrícola, dejando en un segundo plano el duro trabajo del que dependían muchas familias. Y es que antes, dependían mucho del batre para vivir. Ahora muchos jóvenes ven el pan en la tienda y no saben nada de cómo se hacía antaño. De ahí que se organice esta jornada, que además de los participantes, de cada año también acoge más espectadores.

«Empezamos segando con los caballos y haciendo las gavillas. Posteriormente las cargamos en los carros. Para ir hasta la finca donde batirlas pasamos por las calles de Porreres, y mucha gente salió fuera para vernos, recordando los viajes que se hacían desde los terrenos hasta donde estaba situada la era», explica Mestre.

Una vez en el terreno habilitado para la ocasión, las gavillas se fueron extendiendo sobre la era y con las bísties se empezó a batre; un proceso que consiste en separar el grano de la paja. El cereal está seco y se coloca en la era para ser capolado. El animal, guiado por un payés, gira alrededor de la era batiéndolo. Después de haberle pasado por encima varias veces, se da la vuelta a lo batido y se vuelve a pasar sobre ello. Para no cansar al animal, también se cambia de caballo, hasta que llega la hora de ventar, para quitar el polvo y separar la paja del grano, limpiarlo y, finalmente, ensacar.

Y, como no podía ser de otra manera, después de un buen jornal en el campo, la fiesta terminó con una comida en la sombra, junto a la era, de la que disfrutaron todos los participantes.