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Pau Bujosa: «Hay muchas uvas Malvasia, pero no como la de Banyalbufar»

Pau Bujosa, presidente de la Cooperativa Malvasia, con los dos vinos que elabora con sus socios. | Lola Olmo

| Banyalbufar |

La Cooperativa Malvasia de Banyalbufar es el fruto de una quimera compartida por sus cuatro socios: Joan Salvà, Toni Mora, Javier de la Iglesia y Pau Bujosa, que ejerce como presidente de la entidad, aunque son un equipo de «todoterrenos» que tan pronto trabajan en la tierra como en la bodega, sin dejar sus respectivos empleos. Este año, con una cosecha mermada por la devastadora tormenta que azotó Banyalbufar el pasado 29 de agosto, la cooperativa sigue enfrascada en la tarea de levantar las infraestructuras destrozadas por el viento huracanado en buena parte de los bancales que cultivan con viñas de la variedad autóctona Malvasia de Banyalbufar.

La naturaleza se llevó por delante no solo la mitad de la uva, sino también goteos, palos y cientos de metros de cables tensores, pero la cooperativa confía en sacar adelante su vino de Malvasia. «Se perdió casi un 50 % de la cosecha, pero con la otra mitad y uva comprada a otros agricultores, podemos decir que habrá Cornet 2020», explica Bujosa. Si en años de bonanza ya se puede hablar de un vino de «edición limitada», este año con más razón. La cooperativa cultiva apenas 1,6 hectáreas de viña repartidas entre 56 marjades o pequeñas parcelas de rellano entre los bancales que apuntalan la tierra de cultivo en una zona tan escarpada como la montaña de Banyalbufar, aportando un paisaje característico de la Serra de Tramuntana. En años normales, tiene una producción media de 6.000 a 7.000 kilos de uva que se traducen en 4.000 mil botellas de sus dos vinos monovarietales de Malvasia, el blanco Cornet y su vino dulce, Cornet dolç.

Innovar y rescatar el pasado

Este 2020 no será solo el «año del cap de fibló», también pasará a la historia de estos cuatro apasionados del vino como el de la primera cosecha de su nuevo rosado de Malvasia con uvas Syrah y Sauvignon Blanc, que han bautizado como Xop, en recuerdo de alguna vendimia otoñal bajo la lluvia. «Para hacer este vino compramos uva tinta en otros pueblos de Mallorca», explica Bujosa.

Creada en el año 2002, la Cooperativa Malvasia tiene su bodega en Can Nyoc, un edificio con una historia singular. La antigua granja Big Pig SA, de la que se conservan una placa y los restos de las antiguas pocilgas, también fue la quimera de su antiguo dueño, quien en los años 70 criaba cerdos en estas laderas de la Serra y los exportaba a Europa. También han recuperado medio centenar de parcelas que estaban en estado de abandono ante el retroceso de la economía rural de subsistencia. Las limpiaron de maleza, las acondicionaron y plantaron las cepas de Malvasia a partir de una variedad propia de Banyalbufar que estuvo a punto de desaparecer con la plaga de Filoxera del siglo XIX. Hoy es apreciada por sus inconfundibles características organolépticas. «Hay muchas Malvasias, pero ninguna como la nuestra», sentencia Bujosa.

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