Carlos Moyà y Carolina Cerezuela fueron los invitados de este lunes del programa «Mi casa es la tuya» de Bertín Osborne. En esta ocasión, el presentador acudió acompañado por su mujer Fabiola a la casa que la pareja tiene en la Isla.
Así, mientras Bertín entrevistaba a Carlos, Fabiola hacía lo propio con Carolina. El tenista repasó su trayectoria profesional. Explicó que con tan sólo 7 años decidió que quería ser tenista profesional. «Cuando les dije a mis padres que quería ser jugador de tenis yo no me daba cuenta de las posibilidades, el tenis en Mallorca a principios de los 80 casi no existía. Es como si te sale un hijo astronauta».
Finalmente, pudo hacerlo, a los 14 años dejó la Isla para asistir a un centro de alto rendimiento y los inicios no fueron fáciles: «Fue duro, llorando, mis padres diciendo que volviera, pero no di el brazo a torcer. El verano siguiente me fui al campeonato de Europa junior y lo gané, ahí veo que me convence, que puedo ser un tenista», relató Carlos.
Punto de inflexión
Australia fue el punto de inflexión para Carlos Moyá. «Fue como si me hubiese ido a otro planeta. Dos semanas antes no me conocía nadie y cuando bajé del avión fue como cuando llegan los futbolistas».
Mientras tanto, Carolina Cerezuela hablaba con cariño de su participación en series como ‘Camera café' y ‘Hospital Central'. Sin embargo, más tarde llegó un momento en que compaginaba demasiadas cosas que afectaron a su salud: «Carlos y mi madre me dijeron que así no, que tenía que frenar».
LA pareja explicó cómo se conocieron. «La vi en la tele y me enamoré sin conocerla». A través de un amigo, consiguió su mail y estuvieron intercambiando correos un mes. De ahí, pasaron a los mensajes de texto y, finalmente, quedaron con algunos amigos y se conocieron. Al día siguiente ella lo tuvo claro: «Pensé que era el hombre de mi vida».