El rey Juan Carlos celebró el pasado viernes su 86 cumpleaños en una fiesta en la que estuvo acompañado por unas cien personas. A medida que pasan los días salen a la luz informaciones que dan más detalles sobre esta fiesta, que se llevó a cabo en la casa que el exmonarca tiene en Abu Dabi, una mansión de 11 millones de euros con más de mil metros cuadrados de terreno. Entre los invitados estuvieron sus hijas Elena y Cristina, que le quisieron acompañar en este día tan especial, mientras que la reina Sofía se encontraba en Grecia junto a su hermana Irene con motivo del primer aniversario de la muerte de su hermano Constantino.
Medios nacionales han confirmado que Marta Gayá también estuvo presente en la celebración, una muestra más de la estrecha relación que mantienen. Ambos se conocieron en Palma en 1987, pero el nombre de la mallorquina no saltó a la prensa internacional hasta el 1992. Durante este tiempo Gayá ha optado por mantener un perfil bajo, aunque ha demostrado que es uno de los grandes apoyos del padre de Felipe VI. Esta no sería la primera vez que visita a su amigo, ya que distintos medios apuntan a que habría hecho varios viajes a los Emiratos Árabes desde que don Juan Carlos fijó su residencia en el país 2020. Escapadas discretas en las que ambos habrían disfrutado de planes juntos.
Celebración
El rey emérito fue el anfitrión de la celebración de temática marbellí y con ritmo flamenco, que contó en su menú con jamón y vino españoles. El rey Felipe, la reina Letizia y sus dos hijas se encontraban en el desfile de la Pascua militar, pero una gran parte de su familia estuvo presente como sus nietos Victoria Federica, Froilán, Pablo e Irene Urdangarin. Tampoco faltaron a la cita sus grandes amigos Carlos Herrera y Rafael Spottorno. El exjefe de la Casa Real y su mujer, María Pía, atendieron a la prensa nada más aterrizar en España y confirmaron a los periodistas que lo habían pasado «fenomenal» y que el exmonarca había estado «estupendo, encantado».
Será como sea esta señora, pero qué elegancia. Y qué diferente a Corinna. Se ve que el emérito es de amplitud de gustos.