Ciutadella vivió ayer su gran día de fiesta, la festividad de Sant Joan, y lo hizo con un programa de actividades culturales cuyos protagonistas fueron los Jocs des Pla. La jornada de ayer supuso el punto y final para un fin de semana de fiesta que fue arropado por residentes, no sólo de Menorca, sino también del resto de Baleares, así como miles de personas llegadas de la Península y diversos países europeos.
Los Jocs des Pla fueron arropados y aclamados por los allí presentes en es Pla de Sant Joan, donde no cabía ni un alfiler, una estampa que se repite año tras año, y cada vez con mayor intensidad si cabe. Se trata de uno de los actos que entrañan mayor riesgo para los miles de personas que se aglomeran para ser testigos de esta tradición.
Durante la jornada se celebró la Missa de Caixers, al mediodía, a partir de las 11.30, en la catedral, y al caer la tarde tuvo lugar sa convidada, acto en el que el Caixer Senyor invita a la corporación municipal.
Con la jornada de ayer se puso fin a unos días en los que Menorca se convierte en punto de peregrinaje. Unas quinientas personas han velado por la seguridad, que una vez más se cierra sin incidentes graves que resaltar debido al buen hacer de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y a los voluntarios.