El Palacio de Congresos fue escenario de una de las más esperadas fiestas de la primavera. Como cada año, la Fundación RANA, que procura ayuda a niños expuestos a abusos, celebró su tradicional cena de gala y los invitados fueron recibidos por la presidenta de la entidad, Elizabeth Homberg, y por Patricia Moliné y Mireya Becerra, pendientes del más nimio detalle.
La velada se inició en la terraza donde las invitadas lucieron sus modelos con toques de color plateado, como sugirieron las organizadoras, y todos disfrutaron de la música suave y el exquisito cóctel previo a la cena. En el bien ornamentado comedor se celebró la cena solidaria en el transcurso de la cual se entregaron reconocimientos a voluntarios y colaboradores. La tradicional tómbola y rifa de regalos y la venta de las pulseras solidarias de Isabel Guarch sumaron también recursos para la importante labor que RANA lleva a cabo.