Las calles de Santa Margalida se volvieron a llenar, un año más, de tradición. Sa Processó , la procesión por antonomasia de las que se celebran en Mallorca, se inició puntual a las nueve de la noche en un pueblo absolutamente tomado por vecinos y visitantes y con la participación multitudinaria de más de cien personajes.
El ambiente no pudo ser más tradicional y festivo, y eso a pesar de que las medidas de seguridad fueron en esta ocasión mucho más intensas que de costumbre. Aún así, como siempre, fue todo un éxito.