La influencer María Barceló, que pertenece a una de las familias más influyentes del mundo, al menos en lo que a deporte se refiere, y de la justicia, se ha ganado un puesto en la sociedad mallorquina del momento por ella misma sin echar mano de quienes son las personas con las que convive habitualmente, de sobra conocidas en el mundo entero y con millones de seguidores. Lejos de ser pretenciosa, que podría, ha decidido crear un personaje en redes muy real, de fácil acceso, a pesar de que lo que muestra a sus seguidores es puro lujo, lujo de fácil acceso, a poco que uno se lo proponga. Quiso celebrar su cumpleaños con sus mejores amigas organizando un encuentro súper top en el restaurante Dona Portals, que se encargó de organizar Adaemotions.
Se trató de un almuerzo distendido y alegre en el que se respiró alegría en todo momento, alegría que se desató al aparecer la tarta, elaborada por Kiscake, que arrancó los aplausos de todos, personal de la casa incluidos. Mi amiga y muy querida María es mucha mujer, digna de ser seguida por muchas otras, pues tras haber cumplido con sus obligaciones como esposa y madre, que como saben es el más exigente de los trabajos, decidió crearse un futuro en el que ella fuera la protagonista de su vida y la llenara de satisfacciones. Con ello no es que haya olvidado a su familia, al contrario, ya todos vuelan y lo hacen muy bien hacia un futuro esperanzador, pero ella no deja de estar pendiente de su marido, hijos y demás familiares, por muy rodeada de glamour que esté.
Fíjense en el mérito que tiene el pasar de ser esposa de, cuñada de, tía de, hermana de, a ser entrevistada por la reina de la tele, Ana Rosa Quintana, como una de las influencers más importantes de España, una mujer que se dirige a la mujer real que se cuida llevando un estilo de vida sano, que es feliz tras saber que su deber se ha cumplido en buena parte, y que decide, apoyada por los suyos, convertirse en alguien público que tiene mucho que aportar a la mujeres que como ella ya no son niñas, ni adolescentes, pero que tiene algo más importante, la belleza y la sabiduría que proporcionan los años. El gran éxito de María es que ha sabido ser paciente, y discreta, muy discreta. Nada hay más importante. Ese día María se sintió una princesa, así que los diseñadores de la tarta decidieron crear una que fuera digna del momento tan importante que se estaba celebrando. Lo que ven es lo que María les inspira, y no se equivocan. Molts d’anys, estimada amiga!