En una jornada que quedará grabada en la memoria de todos los presentes, se llevó a cabo el evento benéfico Let the Sun Shine, una iniciativa destinada a recaudar fondos para la creación de una sala multisensorial para la asociación Ningún Niño Sin Terapia, dedicada al apoyo de niños con autismo. Organizado por el fisioterapeuta e influencer Ramón Romero Fernández, en colaboración con Jacqueline Alvera y Natalia Rodríguez, el evento prometía ser mucho más que una simple reunión social. El escenario fue la impresionante Villa The Art of Energy en Son Vida, donde Jacqueline Alvera ejerció como anfitriona, recibiendo a los invitados con cálida hospitalidad.
La tarde comenzó con un despliegue musical espectacular a cargo del talentoso guitarrista Sam Sadler y el enérgico grupo de flamenco Crespo. El momento más emotivo llegó con las palabras de Ramón Romero, cuyo discurso conmovió a los asistentes. Al relatar su propia experiencia de superación personal, Ramón compartió los desafíos que enfrentó en su juventud y cómo encontró fuerzas para superarlos. A su vez, estableció un paralelismo con la lucha diaria de los niños con autismo, resaltando la importancia de la sala multisensorial y el apoyo de los profesionales que acompañan a estos niños a lo largo de su vida.
La sorpresa y el deleite continuaron con una exquisita selección de comida saludable y libre de gluten, generosamente donada por Avocado Mallorca y Pizzeria Sa Trigo. Las bebidas fueron donadas por Palma Tennis Club. Dentro de los majestuosos confines de la Villa de Son Vida, los invitados tuvieron la oportunidad de admirar las creaciones de destacados artistas como Leonardo Condor, ZaritArt, Sheila Pye, Natalia Dinsel y Enrique García Lozano.La generosidad de estos artistas se manifestó en la venta de varias de sus obras, contribuyendo así al noble propósito de recaudar fondos para la asociación.
Entre los presentes, se destacaron figuras influyentes en la Isla como Ilona Novackova, Elizabeth Homberg, María Barceló y la popular Maeya, quienes demostraron su compromiso con la causa. No solo fue un evento benéfico, sino también una poderosa demostración de la capacidad de la comunidad para unirse en torno a una causa noble.