El Festival Palma Flamenca a beneficio de la Fundación Paco de Lucía, para celebrar la figura del legendario guitarrista tiene todo el sentido. Tuve la suerte de hablar con él relajadamente mientras compartíamos pitillo y vivir y sentir Mallorca como él me la hacía sentir nadie lo ha conseguido. Poesía real, cero cursis, de tierra, almendro y siesta. Y la paz. Escucharle era escuchar su música, así que bienvenido este festival en «el paraíso». Junto a su mujer, Gabriela Canseco, pasó sus últimos y más felices años de su vida en Mallorca, donde nació su hijo pequeño, y donde se encuentra su casa y su estudio.
La gran Estrella Morente no se puede describir con palabras. Mirarla, escucharla y sentirla es la única manera de experimentar de forma íntima su arte, con una trayectoria global como solista de máxima relevancia, sembrando su arte y frescura en medio mundo gracias a su voz cristalina. Esa noche tan especial creó un recorrido desde la sutil sencillez de los cantes festeros de su infancia hasta las profundidades del amor añorado… Y volvió a ser como el maestro, casi perfecta. Gracias, Estrella, por ser una Morente más. ¿Con cuál se quedan? Vaya familión. Yo, con la madre que la parió. A los tres artistas, ea.