En el auditorio del Palau de Congressos la familia de Antonio Carmona lo dio todo sobre el escenario en la que fue la primera de una serie de noches de octubre en las que la música de figuras como Pitingo, Antón Cortés y Kiko Navarro gracias a la organización de Raza Producciones nos llevará a tocar el cielo con las manos en lo que se supone que debería ser un otoño tranquilo. Nada más lejos de la realidad.
Los Carmona lo dieron todo sobre el escenario, con las nuevas generaciones de la familia más flamenca que uno imaginarse pueda. Todos se han criado al calor de su toque, de su cante y su son y todos lo transmiten con la misma fuerza.
Hasta Mariola Orellana, la matriarca, se ha hecho más flamenca que los flamencos de cuna. Y olé. El próximo, Pitingo y con sorpresa incluida.