Un joven de 22 años aceptó una condena de dos años, seis meses y un día de prisión por el accidente de tráfico en el que murió su copiloto el día de Nochebuena de 2023 en el Coll d’en Rebassa. El acusado admitió en el juicio que conducía después de haber consumido una notable cantidad de alcohol, drogas y cuando circulaba a una velocidad que casi triplicaba el máximo permitido. Perdió el control del coche, que chocó contra un árbol.
El joven circulaba con su amigo como copiloto en el BMW de su madre por la calle Llucmajor, una vía en la que el límite de velocidad está fijado a 40 kilómetros por hora. Según el atestado de la Policía Local de Palma cuando ocurrió el accidente la velocidad del vehículo estaba entre 101 y 118 kilómetros por hora. Se salió de la carretera a la altura del número 174. El golpe contra el árbol impactó casi de lleno en el lado del copiloto. El vehículo quedó totalmente deformado y la víctima falleció el mismo día. El conductor pasó por Son Espases. Los análisis de sangre arrojaron un resultado de 0,98 de alcohol en sangre, además de positivo por cocaína y éxtasis.
Los dos jóvenes que iban en el coche eran de barrio de Son Oliva. La condena impone también una indemnización para sus padres y sus tres hermanos que en parte ya ha sido asumida por la compañía de seguros. El acusado asume una pena de ingreso obligado en prisión y además se le priva del carné de conducir durante tres años y medio.
Si las leyes se corrigieran, y los jueces las aplicaran con sentido común, no se verían estas minicondenas tan absurdas. Nos hartamos cada día de ver este tipo de noticias que nos indignan. Pero claro, los malditos políticos no se interesan por estos temas de vital importancia para la ciudadanía. Ellos están con sus ansias de poder, trapos sucios, sus "y tú más", sus aumentos salariales y dietas de escándalo. Como no vengan los "alienígenas" a arreglar esto, no vamos más que a peor.