La Policía Nacional ha detenido a dos hombres por robar varios melones en una frutería de sa Indioteria y golpear a su propietario. Uno de los agresores fue arrestado al día siguiente por enfrentarse a los policías. Los hechos ocurrieron el pasado 8 de julio por la mañana. Dos hombres de origen marroquí robaron en un establecimiento de la barriada y el propietario intentó perseguirlos.
Los agentes de la Policía Nacional que se personaron en el lugar observaron a dos hombres en gran estado de agitación mientras un grupo de personas les señalaba como los autores del robo en el establecimiento.
Los policías se entrevistaron con el dueño del local, que les explicó que una mujer le avisó de que le habían sustraído varios melones. El hombre empezó a perseguirlos hasta que los alcanzó en un bar y les recriminó el robo. Los dos delincuentes empezaron a dar puñetazos y patadas a la víctima, que sufrió heridas en el cuello y erosiones en la mano.
La dueña del bar contó a los agentes que intervinieron que los dos agresores causaron desperfectos en el expositor de la nevera del local, así como en varios utensilios del local, y en un coche que se encontraba aparcado.
Una testigo de lo ocurrido, que escuchó un gran alboroto, vio a los dos hombres golpeando al frutero y se interpuso entre ellos para que dejaran de agredirle. Uno de ellos alzó el puño e intentó golpearla y le amenazó con cortarle el cuello y quemar su panadería cuando la cogiera a solas. Los policías detuvieron a los dos agresores como presuntos autores de un delito de robo con violencia y daños.
Túnica
Los dos agresores, que fueron puestos en libertad, volvieron al día siguiente a la panadería de la testigo y se negaron a abonar el importe de los productos que se querían llevar. La mujer les pidió que abandonaran el establecimiento y uno de ellos se levantó la túnica que llevaba y le mostró su ropa interior. Los dos hombres le dijeron que esperaban al frutero al que agredieron el día anterior «para acabar con lo que empezaron».
La Policía Nacional se presentó de inmediato en la panadería y encontraron a los dos sospechosos en la puerta de un edificio okupado. Uno de ellos se negó a ser identificado y acometió contra los agentes, por lo que fue detenido por un delito de atentado.
Los policías, entre sus pertenencias, encontraron una tarjeta ciudadana a nombre de otra persona y no aportó ninguna información sobre su procedencia.
Eso ya no es noticia, la noticia será leer que han sido detenidos y deportados, bajo pena de cárcel en caso de regresar a España.