Un vendedor ambulante de 25 años y origen senegalés ha sido detenido en Playa de Palma con seis camisetas de la selección alemana con simbología nazi. La polémica prenda con la palabra Führer [líder en alemán] y el dorsal 44 se vende como un souvenir más en la zona.
El joven, que llevaba otras 57 prendas de equipos de fútbol como el Inter Miami, el Real Madrid o el Fútbol Club Barcelona o el Real Mallorca, agredió a uno de los policías locales que lo detuvieron. Está acusado de un delito de atentado contra agentes de la autoridad y otro contra la propiedad industrial.
El arresto se produjo sobre las 17.15 horas del pasado 28 de junio a la altura del número 47 de la carretera de s’Arenal. Los agentes observaron a un grupo de veinte vendedores ambulantes con mantas extendidas por el suelo con numerosos productos.
Los policías se acercaron a los vendedores, que recogieron las mantas y abandonaron de forma rápida el lugar. Uno de ellos, que llevaba una mochila negra de gran tamaño y una manta blanca con numerosas equipaciones deportivas, tropezó con los productos y cayó al suelo.
Uno de los agentes que se dirigió a él para identificarlo recogió la mochila del hombre y la manta y encontró numerosas camisetas falsificadas. El joven cogió fuerte del antebrazo al policía mientras gritaba a otros vendedores e iniciaron un forcejeo.
El vendedor ambulante agarró de la pechera al policía y lo desplazó de forma violenta hasta una palmera. Otro agente acudió para ayudar a su compañero y entre los dos consiguieron detener al joven, que ofreció gran resistencia, y trasladarlo hasta el coche patrulla.
Un grupo de unos cinco vendedores ambulantes acudieron al lugar y se encararon con los policías mientras uno de ellos abría las puertas del vehículo y sacaba algunos de los objetos intervenidos.
El detenido insistía a sus compañeros para que recogieran todos los efectos que le habían requisado. Otra patrulla de la Policía Local intervino y los vendedores ambulantes huyeron. El joven arrestado, asistido por el abogado David Barón, quedó en libertad tras pasar a disposición judicial el pasado domingo.
No quiero ser racista y creo que los inmigrantes que vienen a trabajar son bienvenidos. Ahora bien, me parece intolerable que la policía sea atacada con total impunidad. Los detenidos entran por una puerta y a los cinco minutos salen por la otra. Así no me extraña que se sientan tan fuertes. Pero cuidado, si es el policía el que reparte, se queda sin sueldo y sin trabajo. Cada uno que juzgue, pero creo que no vamos bien