En el cuartel de San Fernando el apellido Medrano no es uno más. A día de hoy están Delfín Medrano, que lleva 32 años en el cuerpo, y su hijo Carlos, de 20, y que se encuentra en prácticas. Pero hay más. Son la segunda y tercera generación de agentes de la Policía Local de Palma. Cruz Medrano, padre del primero y abuelo del segundo, ya fallecido, entró en 1970 y estuvo hasta el año 2000.
¿Ser policía se nace o se hace?
Delfín: Cuando era joven y mi padre estaba aquí se potenciaba mucho que los hijos de los policiás vieron el trabajo que hacían. A mí me gustaba mucho y lo mío es vocación, sin duda. Ser policía es ayudar a la gente y eso me ha encantado siempre.
Carlos: Yo siempre he visto a mi padre de uniforme. Cuando creces se te abren otras posibilidades, pero siempre el fin era acabar siendo policía. Nada más acabar bachillerato oposité.
¿Qué pensaría el agente Cruz Medrano si estuviera aquí?
D: Mi padre estaba orgullo de que fuese policía siguiendo sus pasos y también lo estaría de ver que su nieto Carlos también lo es. Él llegó a subinspector. Pero lo que nos une a los tres, además del apellido, es que somos gente cercana.
¿En el caso de Carlos, cuál es tu aspiración en el cuerpo?
A día de hoy estoy en prácticas y he descubierto la parte de la seguridad ciudadana, pero me falta ver mucho. Mi objetivo más claro es situarme en una unidad que me gusta, pero con los años no descarto aspirar a ser mando
¿Delfín, con 55 años y 32 como policía local se siente realizado?
Totalmente. He hecho investigación, he trabajado con la Policía Nacional. Y sinceramente, más allá de los reconocimientos, que los hay, lo que más valoro es el agradecimiento de la gente de la calle. La verdad es que para mí cada día es como si fuese el primero. Creo que me dará pena jubilarme.
Cada vez entran agentes de mayor edad, ¿se sigue teniendo vocación para ser policía?
D: En mi época era vocación. Quien entraba era porque le gustaba, en la empresa privada se ganaba mucho más.
C: Hay de todo. Hay gente que tiene claro que quiere ser policía y otros que no tanto, pero una vez que ejercen desarrolla esa vocación. Aun así siempre hay gente que accede por las condiciones que tenemos.
¿En casa se sigue hablando de trabajo?
D: Mi padre era muy reservado, la verdad, pero sí que contaba cosas cuando llegaba a casa. Ahora a mi hijo tengo que decirle que no hablemos de trabajo.
C: Me paso el día preguntando cosas, sobre todo en qué haría él en una situación o en otra. Él para mí es un referente.
¿Qué consejos le da el agente Delfín al agente Carlos?
D: Sobre todo que impere el sentido común, eso es lo más importante. Y más teniendo en cuenta que el principio de autoridad se ha perdido. No hay que ver cómo cada vez hay más gente que se enfrenta a los policías.
¿En qué momento se encuentra la Policía Local de Palma?
D: Creo que estamos resurgiendo. La Policía Local de Palma, más allá de los problemas que haya habido, siempre ha sido muy profesional.
¿Y hacía dónde se dirige?
D: Sinceramente, y viendo el panorama de la vivienda y demás problemas, creo que todas las Policías Locales vamos a tener que ir ganando competencias. Los otros cuerpos, Policía Nacional y Guardia Civil, cada vez, desgraciadamente están más mermados de efectivos.
De tres espletsTens molta raó amb el que dius, però a jo fa anys que em varen fer la següent reflexió: "Jove, la Policía, igual que altres institucions com l'Exercit, etc..., tenen la imatge que tenen perquè són un reflexe de la societat". PD: No veuràs homes amb els cabells llargs a l'Exercit, perquè tenen una disciplina més "seria" (per jo) que a la Policia Nacional, Autonòmica i Local (excepte la Guardia Civil per motius obvis), però en canvi, sí que els veuràs amb tatuatges, "bótox", maquillatges, ungles llargues, etc... I que consti que jo som dels que pensen que la IMATGE és fonamental per representar serietat, professionalitat i respecte.