Los técnicos municipales de Urbanisme, acompañados de maquinaria pesada y dotaciones de la Policía Local de Palma, han irrumpido en la mañana de este martes en el poblado de Son Banya para derribar la caseta de 45 metros cuadrados que los narcos construyeron la festividad del día del trabajador y que pintaron con los colores de la bandera española, precisamente para evitar que fuera derribada.
La cuadrilla municipal se encuentra en estos momentos esperando que los funcionarios del grupo de la Científica de la Policía Nacional acaben de recoger muestras y huellas del interior de la chabola para determinar quién la usado en estos días.
Una vez que los policías nacionales finalicen su trabajo las grúas municipales arrasarán la construcción que había sido levantada para que los traficantes pudieran vender cocaína sin temor de que los drones policiales les grabaran desde el aire. Además, este martes está previsto que otras dos edificaciones ilegales de menor tamaño, que se encuentran ubicadas detrás de la caseta 'española', también sean arrasadas por las grúas. Es la cuarta vez que los técnicos de Urbanisme, apoyados por agentes de la Policía Local y Nacional, entra en Son Banya para tirar abajo las construcciones ilegales.
En todas las ocasiones los narcos han respondido con un claro desafío al alcalde de Palma, Jaime Martínez, y han vuelto a levantar chabolas sin permiso municipal. Martínez ha repetido que no habrá impunidad urbanística para los ocho clanes que dirigen el poblado y que las grúas volverán al gueto las veces que sea necesario.
Lo único que tiene "cero impunidad" en Son Banya son las nuevas casetas que se van construyendo. Los narcos son totalmente impunes, si no, estarían en la cárcel todos. Pero por alguna razón no interesa.