Impresionante operación de la Guardia Civil contra el tráfico internacional de especies protegidas. Los agentes han detenido a al menos tres implicados, dos de ellos, con residencia en Mallorca, desde donde partía una importante trama internacional que vendía por internet diferentes especies como tigres blancos, leopardos negros, hienas o pumas. Los precios podían superar los 60.000 euros por animal.
La bautizada como 'Operación Kotach' se inició en marzo del 2024 cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de una pareja de ciudadanos rusos que se había asentado en el municipio de Ariany y criaba ciertos animales en una parcela de la zona. De hecho, en el registro practicado, localizaron un caracal, dos servales y otros dieciséis felinos híbridos que habrían cruzado con gatos domésticos. Estos cruces resultaban muy peligrosos porque, además de causar esterilidad o crías prematuras, los animales salvajes veían a los gatos como presas y llegaban a matarlos o herirlos de gravedad en el proceso de apareamiento.

Venta en las redes sociales
Los detenidos, hombre y mujer rusos de 43 y 46 años, daban salida a los animales que criaban a través de las redes sociales donde los agentes advirtieron mucho movimiento. Participaban compradores de diversos continentes y crecía la demanda sobre estos animales. Por ello, durante las investigaciones se pudo comprobar que la cría de caracales y servales era sólo la punta del 'iceberg' de una trama internacional de especies protegidas. Los tigres, leopardos, hienas o pumas se ofrecían a la venta procedentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania.
Los animales cruzaban las fronteras de forma ilícita, entrando en territorio de la Unión Europea a través de los límites entre Polonia con Bielorrusia. Desde allí se distribuían con documentación fraudulenta.
De 8.000 a 60.000 euros por animal
En esta organización criminal, que delinquía globalmente, participaban criadores, transportistas y veterinarios. Los animales que comerciaban tienen un alto grado de demanda debido a que los intentos por criar y mantener estos felinos como mascotas está muy extendido en Rusia y Ucrania. Esta tendencia ha comenzado a ser imitada en otros países por personas adineradas que buscan una marca de 'status'.
Aunque eso sí, los nuevos propietarios acaban por darse cuenta de que estas especies necesitan mucho espacio y son muy agresivas, representando un grave peligro para las personas u otros animales; por lo que acaban deshaciéndose de los ejemplares.
De ahí, los intentos de hibridación con gatos domésticos. El objetivo de la trama era obtener gatos exclusivos con el carácter salvaje de sus progenitores silvestres atenuado. Si un caracal o serval puro podía sobrepasar los 8000 euros, uno híbrido de primera generación podía costar hasta 18.000 euros. En otros animales más peculiares y altamente protegidos como los tigres blancos, linces boreales o panteras nebulosas, se podían solicitar hasta 60.000 euros.
La Guardia Civil de Valencia detuvo a los dos residentes en Ariany e investiga a una tercera persona, un hombre israelí de 48 años; todos ellos acusados de delitos contra la fauna, contrabando, organización criminal y falsedad documental; ya que los animales estaban incluidos en la normativa CITES y en el Reglamento CEE 338/97. Los detenidos carecían de permiso como criadores CITES y tampoco contaban con ningún documento.
En la explotación de la operación han colaborado personal del MITERD, la UPRONA de Mallorca y componentes de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Illes Balears. Ahora se abre la fase de análisis documental en el que se analizará la multitud de documentación intervenida en la vivienda registrada, en la cual se hallaron más de 40 pasaportes de animales de Rusia, Bielorrusia y China, así como una gran cantidad de material informático (2 ordenadores, 3 móviles y 2 pen drives).
Malditos HDP....