El propietario del hotel Teide, en la Playa de Palma, estaba desesperado por la oleada de robos a clientes en sus habitaciones entre los meses de abril y julio de 2023. El hombre se reunió con la gobernanta en el comedor del establecimiento para tratar de solucionar la problemática.
Adela G. era su persona de confianza. La mujer, que hacía diez años que trabajaba allí y tenía una llave maestra que abría todas las habitaciones, dijo que a ella también le había faltado dinero. La mayoría de reseñas en Google eran negativas y el hotel tuvo que desaparecer de Internet. Una televisión alemana emitió un reportaje especial y en su página de Facebook publicó que habían sorprendido a las camareras de piso robando.
«El impacto fue bestial porque el 90 por ciento de nuestros clientes son alemanes», lamentó el dueño del hotel en el juicio celebrado la semana pasada en Palma. «Me entrevisté con varias empleadas, que habían sufrido pequeños robos antes de la apertura del complejo, y me dijeron que era imposible que fuera la gobernanta», añadió el propietario, que fue representado por el abogado Tomeu Salas.
El empresario decidió contratar los servicios de la empresa de detectives Cabanach. A finales de julio de 2023, los investigadores se alojaron en la habitación 406 como si fueran unos clientes más y guardaron 80 euros en un bolsito negro en el armario y 380 en una cartera dentro de una mochila. En la habitación también dejaron una serie de efectos desordenados: ropa, toallas, botellas, comida e incluso arena por el suelo.
Los detectives colocaron una maleta en una esquina con dos cámaras ocultas y un dispositivo que posibilita el acceso a las imágenes en remoto para realizar una vigilancia en tiempo real. El día 28 de julio, a las 14.45 horas, accedieron tres limpiadoras y la gobernanta. Entre las cuatro realizaron la limpieza y recogida de la habitación en tres minutos.
Cuando se marcharon las empleadas, a las 14.48, Adela G. accedió de nuevo a la habitación y se dirigió al armario para abrir la caja fuerte, pero no encontró nada y cogió el dinero que había en el bolsito. Los detectives dejaron en funcionamiento la maleta para ver si la gobernanta volvía a actuar. El día 30 dejaron 270 euros en la caja fuerte y 110 en el bolsito del armario.
A las 11.11 horas dos camareras de piso entraron a limpiar con Adela G., que esperó a que las trabajadoras se marcharan para registrar el armario y llevarse el dinero que había en la caja fuerte y en el bolsito. Los detectives pusieron los hechos en conocimiento de la Policía Nacional, que detuvo a la gobernanta del hotel.
Adela G. sólo confesó en el juicio los dos robos que fueron grabados por las cámaras instaladas en la maleta de la habitación 406. La Fiscalía pide un año y medio de cárcel para la mujer por cometer 17 hurtos y calcula que se apropió casi 5.000 euros y joyas de clientes.
«Si no hubiera sido por el informe de los detectives jamás hubiéramos llegado a esta conclusión», reconoció uno de los policías que investigó a la gobernanta del hotel Teide.
victorcatalaClaaaaaro, claaaaro... Mira, la han pillado con el carrito del helado, no hay tu tía, y un juzgado la ha declarado culpable ( y mira que eso es difícil hoy en día ), así que discursos morales los menos.