La Audiencia de Barcelona ha condenado a dos penas de prisión permanente revisable a un hombre por asesinar en 2019 a un matrimonio de Barcelona de avanzada edad con el objetivo de encubrir que les había estafado y robado.
Según el fallo, al que ha tenido acceso EFE, la sentencia condena al hombre, por cada uno de los dos asesinatos con alevosía y ensañamiento a persona vulnerable, a una pena de prisión permanente revisable, así como a indemnizar al hijo y a las nietas de las víctimas, con cuantías que suman un total de 250.000 euros.
La sentencia, que ha estimado la petición de doble prisión permanente revisable solicitada por la Fiscalía, se ha dictado tras el veredicto del jurado, que le declaró en octubre culpable del doble crimen, que cometió tras ganarse la confianza del matrimonio de ancianos con el objetivo de robarles y estafarles. Además de por el doble asesinato, el hombre también ha sido condenado por el delito de estafa continuada a 4 meses y 15 días de cárcel, y ha sido absuelto de los ilícitos de robo con violencia y de hurto de los que estaba acusado.
El fallo impone asimismo que el condenado no pueda acceder al tercer grado penitenciario hasta cumplido un mínimo de 22 años de prisión. Igualmente, ha determinado que para que se pueda acordar la suspensión de la ejecución de las penas, el individuo ha tenido que haber cumplido al menos 25 años de prisión, debe estar clasificado como tercer grado penitenciario y debe contar con un pronóstico favorable de reinserción social. En virtud del veredicto del jurado, la sentencia sostiene que el acusado «realizó unos quince acuchillamientos a cada una de las víctimas», en zonas con órganos vitales, de forma consciente y con el objetivo de encubrir un hecho delictivo, como era que les estafó, y les generó gran un padecimiento tanto físico como psíquico.
Aunque la sentencia reconoce que, una vez los había matado, sustrajo varias joyas de los ancianos, sostiene la existencia de una duda razonable al subrayar que no queda acreditado que tuviera como objetivo cometer el robo antes del doble crimen. La sentencia, que asume en síntesis el relato de hechos del fiscal, da por probado que el condenado trabajaba en 2019 como comercial del sector de productos relacionados con la salud y el bienestar de personas de la tercera edad. Desde al menos marzo de ese año, comenzó una relación comercial con este matrimonio, lo que hizo que asistiera con frecuencia al domicilio de la pareja, de la que fue ganándose su confianza.
Además, subraya que el acusado, aprovechándose de la fragilidad de las víctimas propia de la edad, de su situación médica y de la necesidad de compañía que tenían, consiguió venderles gran cantidad de productos relacionados con la salud, la mayoría de ellos innecesarios, con los que obtenía grandes sumas de dinero. A través de esa relación comercial y personal, el acusado tuvo acceso a los datos de filiación y de la tarjeta bancaria, hecho que aprovechó para darse de alta en una empresa dedicada a las transacciones financieras y para realizar cuatro extracciones de dinero en varios cajeros.
Al percatarse las víctimas, pidieron explicaciones al procesado y este, con el objetivo de evitar las consecuencias del descubrimiento de sus actos delictivos anteriores, atacó a los dos ancianos con un instrumento cortante y les asestó varios golpes, provocando la muerte de ambos. Tras acabar con la vida del matrimonio de ancianos, el acusado se apoderó de joyas y de oro que, después, vendió en un local de compraventa, algunas de las cuales fueron reconocidas por el hijo del matrimonio asesinado durante el juicio celebrado en la Audiencia de Barcelona.