La Policía Nacional ha detenido a una mujer y un hombre, de 37 y 29 años, ambos de nacionalidad marroquí y que son pareja, por dar una brutal paliza en Palma a un hombre de madrugada en plena calle con la intención de arrebatarle la mochila que portaba y en la que creían que había un móvil robado. La víctima, de 60 años, acabó ensangrentado y tuvo que ser evacuado hasta el hospital de Son Espases con un pómulo roto y un coágulo de sangre en la cabeza. Puestos a disposición judicial, y asistidos por el letrado Nicolás Sosa, el magistrado, en funciones de guardia, decretó su puesto en libertad de ambos.
El suceso, según fuentes judiciales, tuvo lugar minutos antes de las 3.00 horas del pasado domingo en el barrio de Sindicato. Los delincuentes asaltaron al varón para exigirles un teléfono móvil que supuestamente tenía él y que le habían robado a la mujer. La víctima les dijo que no sabía nada de ningún terminal y tras esto empezaron a agredirle empleando «mucha violencia» para quitarle la mochila que llevaba. El sexagenario acabó evacuado en ambulancia hasta el hospital de Son Espases tras desvanecerse y caer al suelo.
Una patrulla de la Policía Nacional que se encontraba por allí fue requerida por varias personas, que hallaron al perjudicado en el suelo tambaleándose y con el rostro ensangrentado. Al mismo tiempo los testigos señalaron a la agresora, que estaba no muy lejos de allí. Los agentes acudieron a por ella y la vieron las manos y las zapatillas llenas de sangre. Y en un portal cercano, el otro sospechoso, que igualmente se le veían evidencias de haber golpeado a alguien con los puños. Ambos, en ese momento quedaron arrestados. Los funcionarios observaron también un altavoz manchado de sangre, con el que también le habrían golpeado.
Casi al mismo tiempo otro indicativo de policía se marchó al hospital, para comprobar el estado de la víctima y entrevistarse con él. El varón les relató lo ocurrido y además les añadió que en el violento asalto participó otra chica, que fue quien le abordó por la espalda mientras los otros dos la emprendían a golpes con él.